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El presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) lanzó, este lunes (26), el Programa de democratización de la propiedad de la Unión, que prevé la asignación de propiedades del gobierno federal abandonadas o no utilizadas para intereses públicos.

Los inmuebles serán asignados a alcaldías o movimientos populares previa aprobación de proyectos que establezcan el nuevo propósito de los espacios, como vivienda popular, actividades deportivas, educación y cultura.

Alrededor de 300 de las 500 propiedades pertenecientes a la Unión han sido designadas como de interés social y ahora entrarán en la disputa entre ayuntamientos y movimientos por la gestión de estas ubicaciones. Los interesados ​​ya pueden postular a espacios a través de la Secretaría de Patrimonio de la Unión (SPU).

El gobierno federal estima que la asignación debería implementarse hasta 2026. La mayoría de estas propiedades se concentran en cuatro estados: Río de Janeiro, São Paulo, Pernambuco y Pará. Muchas de las ubicaciones requerirán renovaciones para modernizar la estructura, las instalaciones y la iluminación. y fachada.

El presidente Lula habló de la importancia de . “Estamos iniciando algo nuevo que hemos decidido hacer desde marzo de 2023 y esto viene en un proceso preparado por Esther [Dweck, del departamento de Gestión e Innovación de Servicios Públicos], su equipo e involucrando a otros ministerios. Ahora creemos que está listo para lanzamiento, a partir de este lanzamiento comenzaremos a trabajar en la distribución de las propiedades”, explicó Lula.

En el evento, Esther Dweck anunció la adjudicación de cuatro propiedades de la Unión: un espacio para la construcción de una escuela pública, en Amargosa, Bahía; el Aeropuerto Pedro Otacílio de Figueiredo, en Vitória da Conquista, Bahía, que fue desactivado en 2019; la antigua Estación Leopoldina, en Río de Janeiro; y la regularización de la Ocupación Vito Giannotti, también en Río de Janeiro , beneficiando a 26 familias.

Sector privado

Esther Dweck, ministra de Gestión e Innovación en Servicios Públicos, responsable del proyecto, afirmó que el proyecto fue una demanda del presidente Lula. “Determinó que hiciéramos un relevamiento de todos los edificios que pudieran tener un nuevo uso . El objetivo era revertir la lógica del gobierno del interior, que era vender propiedades, muchas veces por un valor inferior al de mercado, sin preocuparse por proporcionar un destino correcto”, afirmó el ministro en el lanzamiento.

“La venta puede ser una devaluación de los activos . Tenemos otras formas mucho mejores de valorar los activos y brindar beneficios a la población. Para nosotros, este cambio de lógica es la base de este programa, que tiene como principal comando la solicitud de Presidente de la República para que podamos hacer esto”.

Sin embargo, el sector privado no quedará fuera del programa. La idea, según el ministro, no es simplemente vender propiedad pública a propiedad privada, sino hacer intercambios que beneficien a la población. “El valor de las propiedades de la Unión que serán subastadas debe pagarse mediante obras. Intercambiar activos por activos. El sector privado construye algo que las autoridades públicas necesitarán. Además de asociaciones público-privadas”, afirmó el Ministro. Un ejemplo es la construcción de edificios en terrenos de la Unión.

Rui Costa, ministro de la Casa Civil, tampoco descartó la venta de activos de la Unión al sector privado. “No descartamos la posibilidad de subasta de inmuebles o enajenación económica. Tenemos propiedades en zonas muy valorizadas, de un tamaño que no corresponde a un proyecto de vivienda social, no corresponde a una escuela pública, porque ese no es el caso” , dijo el ministro.

“Esta propiedad, edificio o terreno puede y debe venderse, porque tiene capacidad de recaudación. Lo que se puede recolectar con él es suficiente para construir a veces 500 unidades, mil unidades, 3 mil unidades de Minha Casa Minha Vida. Esto cuesta- El beneficio se evaluará caso por caso.”

Líneas de acción del programa

El programa tendrá cuatro líneas prioritarias para la asignación de inmuebles que tengan como objetivo llegar a familias en situación de vulnerabilidad social y económica. El primero es la provisión de vivienda, que involucra el programa Minha Casa Minha Vida (MCMV) y proyectos de alquiler social , por ejemplo. La expectativa es que solo a través del MCMV se entreguen al menos cinco mil viviendas.

La segunda línea prevé la regularización y urbanización del suelo, lo que implicará la titulación de ocupantes en zonas con infraestructura y la urbanización de asentamientos precarios. En esta línea, ” queremos sacar a las personas en riesgo y regularizarlas “, afirmó el ministro en el lanzamiento.

El tercer eje trata de políticas públicas y programas estratégicos que no son sólo de vivienda , como proyectos de educación, salud e infraestructura.

Finalmente, el último eje se refiere a desarrollos de usos múltiples en grandes áreas. En este tema, Dweck puso el ejemplo del aeropuerto desactivado en Vitória da Conquista. El objetivo, en este caso, es darle un nuevo destino al espacio que es propiedad de la Unión.

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