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La reforma jubilatoria del Gobierno es injusta. Así calificó el senador frenteamplista Mario Bergara a la propuesta que elevó el Poder Ejecutivo al Parlamento. El costo de la reforma lo pagan solamente los trabajadores, criticó.

Trabajan más años, aportan al sistema por más tiempo y se retiran a los 65 años de edad por menos dinero. Estas son las nuevas condiciones que la reforma jubilatoria de Luis Lacalle Pou impone a la sociedad junto a la coalición de Gobierno. A esto se suma que ninguno de los sectores empresariales con capacidad contributiva colaboran en mitigar los problemas del sistema jubilatorio, dijo Bergara.

La convergencia hacia un sistema común sí es bien evaluada por el Frente Amplio, pero se hace con el mantenimiento de privilegios para las personas que se jubilan en cajas previsionales con parámetros “absolutamente despegados”, como la caja militar, criticó Bergara.

Recordó que hay estudios que señalan perjuicios para dos de cada tres trabajadores y las condiciones para las personas con discapacidad será peor, advirtió.

“Démosle la chance a la gente para elegir el régimen en el cual se quiere jubilar”, propondrá el Frente Amplio. También mejoras en la protección a los discapacitados, mantener el cómputo de años por hijo a las mujeres de todas las cajas jubilatorias paraestatales, acelerar la convergencia entre la caja militar y la general, aumentar las contribuciones de las jubilaciones militares más altas.

Se puede hacer una reforma diferente, dijo Bergara. Por ejemplo, en años del Frente Amplio en el gobierno, la caja bancaria modificó sus condiciones: aumentó el aporte patronal, se incorporó un impuesto a las pasividades más altas y el Estado empezó a contribuir a esa caja.

El Frente Amplio propondrá que el aporte patronal del sector rural sea mayor, adelantó. El sector rural aporta un 2%, mientras el régimen general es del 7,5% y el de los trabajadores llega al 15%.

M24