Racismo a la inversa? El debate que aspirantes a la presidencia en México reabren de cara al 2024
MéxicoSantiago Creel y Enrique de la Madrid, quienes buscan llegar a ser el candidato de la oposición en las elecciones presidenciales de 2024 en México, han asegurado que su tono blanco de piel es un factor que se ha usado en su contra. Los dichos de los políticos han generado críticas y reabierto un debate: ¿existe el racismo a la inversa?
«En las mañaneras he sido objeto de infundios, he sido objeto de ataques no solamente a mí, a mi familia, a mi origen, al color de mi piel, al color de mis ojos. Es una discriminación inversa la que él hace, porque aquí no todos somos iguales: el pueblo es de él y los demás ni a pueblo llegamos», sentenció el legislador Creel en una conferencia de prensa.
Las palabras del político, integrante del Partido Acción Nacional (PAN) —de derecha—, no pasaron desapercibidas e hicieron eco en un México en donde, de acuerdo con los datos duros, el color de piel sí importa.
«A mí me dicen que estoy demasiado güero, ¿cuál el problema de ser güero?», cuestiona de la Madrid, aspirante a la candidatura por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en un video que publicó en sus redes sociales. «A mí me faltó color, pero no me falta el amor por mí país, pasión», remata el hombre, hijo del presidente Miguel de la Madrid (1982-1988).
«La oposición no tiene idea de la magnitud del racismo y clasismo en México, ni mucho menos cómo resolverla», «el racismo a la inversa es imposible e inexistente» y «los blancos privilegiados también sufren», fueron tan solo algunas de las cientos de críticas alrededor de los dichos de los políticos que aspiran a gobernar un país en donde más del 23% de la población total se ha sentido discriminada, siendo su color de piel una de las causas.
«El racismo es el odio, rechazo o exclusión de una persona por su raza, color de piel, origen étnico o su lengua, que le impide el goce de sus derechos humanos. Es originado por un sentimiento irracional de superioridad de una persona sobre otra», apunta el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), del Gobierno de México.
En tanto, la discriminación es una «práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo» y que a veces no percibimos, desarrolla la misma dependencia defensora.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) del 2022, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del total de población de 18 años y más, 23,7% manifestó haber sido discriminada, siendo las personas de diversidad sexual y las afrodescendientes los grupos poblacionales en donde se observó este fenómeno en mayor medida.
Asimismo, de la población que manifestó haber sido discriminada, el 16,5% señaló que fue por su clase social, el 15,7% por el lugar en donde vive, el 21,6% por su forma de hablar y el 13,1% por su tono de piel.
De acuerdo con datos del Colegio de México (Colmex), el 67% de la población mexicana entre 25 y 64 años de edad autoclasifica su color de piel en tonos intermedios.
El color de piel sí importa
Los mexicanos con tez más blanca son quienes tienen mayor grado de estudios en México y también son quienes gozan un mayor ingreso económico, de acuerdo con la Enadis en la edición 2017, realizada por el mismo Inegi y cuyos datos fueron recopilados por el Colmex.
Con base en el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional 2016, retomado por el mismo recinto educativo, institución que con fines metodológicos ordenó a los entrevistados de menor a mayor ingreso y dividió la población en quintiles, el 63% de los mexicanos con tono de piel oscuro o intermedio dijo tener un menor ingreso.
Solo el 37% se consideró con un mayor ingreso; en tanto, el 63% de las las personas con tez blanca consideró tener un mayor ingreso y solamente el 37% un menor ingreso.
Pero además, a los mexicanos con tonos de piel más claros les es más fácil subir de nivel social si nacen en la pobreza, en comparación con las personas con tonos de piel más oscuros, mientras que es más probable que las personas con tonos de piel más claros se mantengan en estratos de mayor riqueza si se criaron en dicho estrato social que en comparación con las personas con tonos de piel más oscuros.
Ante este panorama, el filósofo y escritor Fernando Bustos asegura en una entrevista a Sputnik que los de Creel y de la Madrid «son comentarios completamente incorrectos e inconexos».
«Tenemos muchísima información que nos sirve para desmentir esto, para decir que no existe el racismo a la inversa, porque justamente el racismo es algo que viene dado desde ciertas estructuras hegemónicas de poder, el racismo se ha ejercido siempre en una dirección: desde el privilegio a las personas que no tienen privilegio, que se les ha quitado incluso su libertad y sus derechos», sentencia.
Con él coincide el sociólogo Alejandro García Juárez, doctor en ciencias sociales por el Instituto Mora, quien apunta también en entrevista a este medio, que los dichos tanto del panista como del priista banalizan un problema presente y complejo en México.
«Banalizan, simplifican y rebajan mucho la discusión al decir que se les está atacando por contender, como si se les estuviera negando un derecho, cuando en realidad si no están en una buena (posición electoral) no es precisamente por su color de piel, sino quizá por la falta de conexión que hay entre ellos y el electorado», subraya.
De acuerdo con Bustos, las personas que han ejercido el racismo han sido principalmente blancas, por ello, cuando alguien dice que está enfrentándose al racismo a la inversa, lo que quieren decir, bajo su lógica, es que estos grupos que han sido marginados y racializados históricamente, ahora están siendo racistas con ellos.
«Sin percatarse que en realidad esta estructura de poder no se ha revertido, porque sigue siendo la gente blanca la que sigue participando de los privilegios, la que sigue acumulando las riquezas, la que sigue ocupando puestos de poder, y mientras esto no se invierta, pues no podríamos estar hablando jamás en términos lógicos de que existe un racismo a la inversa», abunda.
Para García Juárez, el hecho de que personajes de tez blanca adopten este discurso de «racismo a la inversa» es síntoma de un miedo a la posible pérdida de sus privilegios ante una sociedad más politizada.
«Yo te diría que tiene que ver con el miedo a perder sus privilegios, porque aquellos que han sido históricamente oprimidos ahora se dan cuenta de que esa posición de, por así decirlo, subalternos que han ocupado no es natural, no, las posiciones que ocupamos socialmente no son naturales», concluye.
SPUTNIK NEWS