¿Qué pasará con la «ley ómnibus» tras su vuelta a comisión? ¿Qué significa para Milei?
ArgentinaEl Gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, sufrió un revés este martes cuando la Cámara de Diputados no aprobó en lo particular y regresó a comisión el polémico proyecto de Ley de Bases y Condiciones para la Libertad de los Argentinos, también conocida como «ley ómnibus» por el vasto número de leyes que impacta.
El proyecto del Ejecutivo, que se había aprobado en lo general el pasado viernes, vuelve a empezar el proceso de cero, pues debe analizarse y tratarse nuevamente en la instancia de comisión.
En un comunicado de prensa posterior al rechazo del proyecto, la oficina de Milei aseguró que se tomó la decisión de «destruir» la ley «artículo por artículo, horas después de acordar acompañarla». Añadió que los diputados decidieron «darle la espalda a los argentinos para proteger sus intereses e impedir que el Gobierno Nacional cuente con las herramientas para resolver los problemas estructurales» del país.
La decisión de regresar el proyecto a comisión y levantar la sesión este martes se debió a que el oficialismo no logró los votos para aprobar artículos claves de la ley, como las privatizaciones de las empresas públicas y las reformas a la ley de sostenimiento de la deuda, según reportó la agencia Télam.
¿Cuáles serán los puntos más conflictos de la «ley ómnibus»?
La Libertad Avanza, el partido de Milei, es una fuerza minoritaria en ambas cámaras del Congreso y necesita aliarse con sectores de los bloques mayoritarios para que sus propuestas legislativas avancen.
¿Qué pasará con la “ley ómnibus” tras su vuelta a comisión?
Luego del gran debate que implicó la ley ––que en un principio contenía más de 660 artículos pero que llegó al recinto con 386––, el proyecto volvió a foja cero.
Según el artículo 155 del Reglamento de la Cámara de Diputados, “un proyecto que, después de sancionado en general, o en general y parcialmente en particular, vuelve a comisión, al considerarlo nuevamente la Cámara, se le someterá al trámite ordinario como si no hubiese recibido sanción alguna”. Es decir, el proceso debe reiniciarse enteramente.
Una vez en comisiones, los distintos espacios políticos tendrán que debatir una vez más para acordar un nuevo texto. Y, logrado el dictamen, se podrá convocar una nueva sesión para volver a tratar el proyecto tanto en general como en particular, artículo por artículo.
¿Puede no retomarse el debate en comisiones y dejar sin efecto el proyecto de ley?
En efecto, no hay reglamentación que implique la obligatoriedad de una nueva redacción ni tratamiento del texto.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, el presidente Milei dijo: “Vamos a continuar con nuestro programa con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país”. En la misma línea, el ministro de Economía Luis Caputo afirmó ante medios locales que “sabían que esto podía pasar”, y que, sin embargo, “la no aprobación de la ley no afecta en lo más mínimo el programa económico” del Gobierno.
Más tarde, desde la cuenta de X de la Oficina del Presidente de Argentina, agradecieron a los diputados que votaron a favor de los puntos en particular del proyecto y publicaron los nombres de cada uno de los legisladores que votaron en contra de algún artículo, acusándolos de “traición”. “El pueblo jamás olvidará los nombres de aquellos que, pudiendo facilitar las reformas que fueron elegidas por el 56% de los argentinos, decidieron seguir haciéndole el juego a la casta”, señaló el comunicado de la oficina presidencial.
Varios diputados señalados abiertamente salieron a responder, culpando al Gobierno de impericia, falta de diálogo e incitación a la violencia contra el que piensa distinto, entre otros señalamientos.
Este enfrentamiento directo a los legisladores pareciera no dejar abierta la posibilidad de construir puentes de cara a futuras negociaciones y alianzas que permitan un nuevo tratamiento.
¿Qué implica para el presidente Javier Milei el rechazo de la ley?
La analista política María Esperanza Casullo, doctora en Teoría Política por la Universidad de Georgetown, dice que esto representa una derrota para el oficialismo. “Es entendible que hoy le hagan un ‘spin’, diciendo que el mismo Gobierno eligió que no salga, etc. Pero nadie hace todo el trabajo de estar empujando una ley por un mes y medio para que no salga”, explica a CNN.
Casullo agrega que el principal problema no es la derrota parlamentaria en sí: “Todos los gobiernos fracasan en algunas leyes, sino que todo el proceso generó un sentido de mal manejo, descoordinación, y falta de conocimiento de los procedimientos parlamentarios”.
“El experimento Milei se sostiene a fuerza de fe: de él en sí mismo y de parte del electorado en él”, dice el doctor en Ciencias Políticas Andrés Malamud. “No tiene fuerzas materiales de sostén: ni actores sociales (como Bolsonaro tenía a los evangélicos en Brasil), ni institucionales (como las FF.AA. en Brasil), ni partidarias (como el centrão en Brasil)”, dice Malamud, que subraya y concluye que “su única esperanza es trocar fe por resultados: si estabiliza la economía gana tiempo; si no, cae cuando se agote la fe”.
Pero las consecuencias de lo ocurrido no son solo la exposición de esa “falta de conocimiento” del Gobierno, según Casullo: “Además, dejó heridas dentro de la propia coalición aliada de gobierno, como quedó manifestado en los tweets del presidente contra gobernadores, diputados de la UCR y del bloque antes llamado Hacemos Coalición Federal”, agrega la analista.
Malamud coincide: “Los que votan las leyes son los legisladores. Gobernar con palo y sin zanahoria solo funciona cuando tenés un palo muy grande”.
¿Qué queda por delante? Para el politólogo e investigador, las fechas clave son marzo y mayo: marzo como un plazo negativo por el comienzo de clases y aumento de tarifas; y mayo, plazo positivo, por la liquidación de la cosecha gruesa. “Si llega a junio debería desnublarse el horizonte”, dice Malamud.
CNN