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El sábado comenzó oficialmente el remezón ministerial que anunció el presidente Gustavo Petro hace tres semanas en Suecia. En cuestión de cuatro días han sido tres los anuncios. Las carteras hasta ahora afectadas han sido Interior, Justicia y Agricultura.
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Ninguna de ellas ha sido sorpresiva. Todas venían sonando como parte del relevo de los ministros. De confirmarse que serían siete los movimientos en el gabinete, se estaría llegando a la mitad del remezón y es un momento ideal para sacar las primeras conclusiones.

La primera y más clara es que el presidente se la jugó por la expectativa frente a los cambios. No solo fueron las tres semanas que dejó pasar desde que reveló que se venían cambios en el gabinete, sino que ha dosificado cada uno de los anuncios. Los ha hecho a través de trinos y ha sido, por el momento, uno por día.

Esto ha permitido alargar la conversación del tema y generar expectativa. Ha sido muy diferente a su segundo remezón, cuando botó la lista de todos los cambios al mismo tiempo.

Frente a esta estrategia, el académico y analista Jairo Librero, de la Universidad Externado, indicó: “Le permite ver cómo asumen sus nombramientos mientras comienza el Congreso. Si mantiene este estilo mantiene espacio mediático de aquí hasta el veinte”.

Libreros también indicó que otra lectura de las movidas y es el sumo interés con el que asume el Presidente las elecciones de 2026. Muchos de los cambios planteados para estos dos años que le quedan se pueden leer en una intención de mantener esa base electoral que lo llevó al poder y que le permitiría a su línea tener un electorado para poner sucesor.

“Está pensando más en las elecciones en el 2026 que en el propio plan de gobierno. Necesita mantener el apoyo del sector petrista popular. Es un sector muy importante de mantener”, dijo Libreros. Por eso habría tanto énfasis en aumentar la ejecución y mostrar resultados. Los ministros entrantes asumen su cargo sabiendo que deben evidenciar logros en poco tiempo.

Por otro lado, aún no es muy claro el tono que tiene este remezón ministerial. Analistas consultados coincidieron en la lectura, puesto que los cargos en los que se ha anunciado nuevos ministros no son tan políticos y los perfiles que asumieron tienen distintas lecturas.

“Estos cambios no dicen gran cosa”, explicó el profesor Yann Basset, esa tesis también fue compartida por Libreros. Ambos señalaron que realmente se conocerá si el cambio fue de apertura del gabinete o de cerrar el círculo del primer mandatario cuando se conozca el nombre del nuevo ministro del Interior.

Gloria Inés Ramírez, Luis Fernando Velasco y Néstor Osuna en el debate de la pensional en plenaria de Cámara

Gloria Inés Ramírez, Luis Fernando Velasco y Néstor Osuna en el debate de la pensional en plenaria de Cámara

Y es que las nuevas ministras, Ángela María Buitrago (Justicia) y Martha Carvajalino (Agricultura), pueden mirarse tanto desde una posible cercanía con el primer mandatario como su carácter técnico.

Buitrago fue incluida por el presidente Petro en la reciente terna para fiscal. Esto la ubicaría en la esfera de cercanas al mandatario, pero de igual manera tiene un amplio recorrido como lo reconocieron figuras como el senador Humberto de la Calle: “Es una reputada jurista. Se ganó el respeto en la Fiscalía por su rectitud y valentía”.

“Osuna ya quería salir por razones personales y su reemplazo es una jurista reconocida, se mantiene el mismo perfil en el Ministerio: mucho reconocimiento en el sector y la profesión”, añadió Basset.

En este punto Libreros hizo una observación y es que Buitrago es una figura que no puede enmarcarse hacia las elecciones de 2026, “no contemporiza con temas electorales”. No obstante, es un importante refuerzo en cuando a que su perfil es ideal para “asumir la reforma judicial”. El ministro Osuna había dejado las bases y esta puede desarrollarla.

En cuanto al Ministerio de Agricultura, el tema pasa por el doble enfoque que puede llegar a tener Carvajalino. Ya era viceministra y del ala cercana al presidente. “Carvajalino tiene credenciales petristas pero también técnicas”, indicó Libreros, que añadió que esta viene jugada por la reforma agraria y el cumplimiento del acuerdo de paz, por lo que se sigue una continuidad en la cartera que hasta este martes lideraba Mojica.

“Viene de ser viceministra, es una continuidad que no dice mucho sobre los alcances de los cambios”, apuntó Basset. A lo que dicen los expertos hay que añadirle que en el último tiempo hubo varias críticas sobre el desarrollo que esta venían dándole a la reforma agraria.

La ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, dice que hay 3 billones de pesos para la reforma agraria en el 2024.

La ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, dice que hay 3 billones de pesos para la reforma agraria en el 2024.

Muchos llamaron la atención sobre los números de compra de tierras y sobre sus choques con la Agencia Nacional de Tierras frente a las cifras que se manejaban. Asimismo, la cartera en el global estaba siendo cuestionada por el tipo de tierras que estaba comprando. Así que la salida de Mojica tampoco da una muestra de hacia dónde va el gabinete con los cambios.

Esa posible seña, como lo dicen los expertos, solo se sabrá cuando se elija al sucesor de Velasco. Para este cargo suenan dos sectores muy distintos. Por un lado se ha dicho que serían cercanos al presidente como Eduardo Noriega -enlace de la Colombia Humana con el Pacto Histórico y esposo de la ministra de Vivienda, Catalina Velasco- o el propio ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.

Las otras versiones apuntan al santismo. En este segundo grupo de opcionados figuran nombres como Juan Fernando Cristo, ministro del Interior en el gobierno Santos, y el hoy embajador en Reino Unido, Roy Barreras. El reemplazo en el ministerio de la política será el que al final dé la pauta de si el gabinete volvió a tener un tono abierto, como a comienzos de gobierno, o si siguió la tendencia de cerrarse sobre sí.

El Tiempo