PRD defiende la diversidad en el Día de la Familia
NoticiasEn el primer domingo del mes de marzo se celebra el «Día de la Familia» en México. La fecha se instituyó en el año 2005 por decreto del entonces presidente Vicente Fox como una forma de reforzar dogmas religiosos e valores conservadores sobre la familia. Por lo tanto, la intención del gobierno era limitar las políticas y los beneficios públicos, con exclusión de las familias de madres solteras o parejas homosexuales.
La Secretaría Nacional de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de México emitió un pronunciamento en el que señala que los diferentes tipos de familias conviven en la sociedad actual y la creación del «Día de la Familia», sin el plural, fue una estrategia ideológica que ya no tiene sentido intentando ocultar la diversidad de las familias mexicanas. Por lo tanto, al PRD, es necesario que el gobierno reconozca legalmente a todas, incluyendo las formadas por parejas del mismo sexo, y implemente políticas públicas de desarrollo social para atender todas las familias, sin importar su conformación.
Lea la siguiente declaración:
En México coexisten diversos tipos de familias, cada una de ellas es muestra de las expresiones culturales, gastronómicas, lingüísticas y étnicas que conforman a la sociedad mexicana del siglo XXI. Nuestro país es heredero de una centenaria tradición familiar, ajena muchas veces, a los estereotipos impulsados por los grupos conservadores que buscan imponer una visión decimonónica del concepto de familia, donde se concibe al padre, la madre y los hijos, como único y ejemplar modelo de conformación familiar.
La instauración del primer domingo de marzo como Día de la Familia durante la administración de Vicente Fox, se dio en respuesta a la estrategia de ese gobierno de reforzar dogmas religiosos para limitar la instauración de políticas públicas que demandaban un amplio sector de la sociedad por el reconocimiento jurídico de sus hogares y familias, las cuales no respondían al modelo tradicional, entre ellas familias encabezadas por madres solteras, familias unipersonales, ampliadas, extensas, que estaban lejos del ideal del gobierno conservador de inicios de este siglo.
De esta manera, las fuerzas conservadoras encabezadas por la jerarquía católica, inútilmente intentaron negar el gran crisol multifamiliar. Por ello instituir el Día de la Familia, sin el plural, fue una estrategia ideológica que a más de diez años, busca influir en el imaginario social sobre el deber ser de las familias, olvidando o intentando eclipsar el perfil pluridiverso de las familias mexicanas.
Para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el reconocimiento de las familias mexicanas es uno de los grandes pendientes del Estado mexicano, que pasa por el reconocimiento legal de todas las configuraciones familiares, entre ellas, las conformadas por parejas del mismo sexo y su derecho a ejercer la parentalidad, pero también por el necesario y amplio reconocimiento del concepto de familias en nuestra Ley Suprema.
Ante esa necesidad imperante de reconocimiento de la diversidad familiar en México, es también responsabilidad del Estado implementar políticas públicas de desarrollo social para atender desde el ámbito institucional, los problemas y necesidades de todas las familias, sin importar su conformación, puesto que en su diario acontecer, las familias mexicanas sufren los estragos de los vaivenes económicos y de las malas decisiones políticas de quienes gobiernan y han gobernado a nivel federal.
En México, muchas familias sobreviven bajo esquemas prácticos de solidaridad lejanos al ideal impuesto por la élite empresarial y política, que ilusoriamente piensa, por ejemplo, que una familia puede aspirar a una vivienda, comprar un coche y pagar colegiaturas con seis mil pesos al mes.
En el PRD reconocemos que las familias de México están por encima del poder político para resolver problemas derivados de equivocaciones en el gasto público, violación endémica de derechos laborales o visiones políticas de corto plazo que afectan a viejas y nuevas generaciones.
En este sentido, la idea de imponer el primer domingo de marzo como el “Día de la Familia” por parte de un sector del empresariado mexicano apoyado por políticos conservadores y jerarcas religiosos, no tiene sentido en un momento en que se gestan movimientos que defienden procesos democráticos de convivencia en la esfera social y que impactan al interior de la gran mayoría de las familias mexicanas, sean nucleares, “naturales”, compuestas, extensas, unipersonales u homo-lesboparentales.
Tras estos logros, avalados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que determinó la inconstitucionalidad de los códigos civiles de las entidades federativas que consideren únicamente al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, son necesarios e irreversibles, el PRD reconoce que para consolidar el Estado de Derecho, es prioritario garantizar libertades ciudadanas como el matrimonio igualitario, en muchas ocasiones, punto de partida de nuevas conformaciones familiares.
Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevén que nuestro país concluya 2016 con 2.4 millones de desempleados, cantidad que asegura no disminuirá en 2017. Por lo anterior, el PRD, como parte de su agenda de prioridades legislativas, promoverá la recuperación del poder adquisitivo como principal motor de la reactivación del mercado interno que impacte favorablemente y sin excepción a todas y cada una de las familias mexicanas.
La élite empresarial y política, fortalecida desde el Partido Revolucionario Institucional con la llegada de Carlos Salinas de Gortari, es la que ha sumido en la pobreza a millones de familias mexicanas y es la que también implantó el primer domingo de marzo como el “Día de la Familia”.
El modelo ideal impulsado por estos grupos estaba sumamente superado cuando hace más de una década el Consejo de la Comunicación y el Consejo Nacional de Publicidad aglutinaron a distintas organizaciones sociales, educativas y religiosas para combatir el “deterioro” sufrido por la familia mexicana, así en un restrictivo singular, atribuyendo sus males al desgaste de “valores morales” y no a los estragos de la economía neoliberal que impulsa esa élite gobernante y empresarial.
Los casi 26 millones de familias, que asegura el Instituto Nacional de Estadística y Geografía existen en México, requieren ser reconocidas y tomadas en cuenta en los presupuestos públicos, al tiempo que se deben visibilizar sus necesidades, pues la exclusión en la toma de decisiones políticas y económicas, sin duda, las hace más vulnerables.
Para el PRD la llegada de los cambios culturales que favorezcan el reconocimiento de todas las familias es cuestión de tiempo. La razón y la legalidad vencerán las resistencias moralistas. Esto implica un compromiso decidido, el cual hemos asumido como partido para avanzar en estos derechos y liberar del secuestro que han realizado los conservadores de este país del concepto de familia, para devolverlo a la realidad nacional y decir de manera clara y contundentemente que en México las familias son diversas en toda la extensión de la palabra.
José Antonio Medina Trejo
Secretario Nacional de Diversidad Sexual
Partido de la Revolución Democrática