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“Paraguay invirtió en salud pública el 3,2% del PIB en 2019. La recomendación internacional mínima es del 6%. Esta situación nos ubica entre los países de peores indicadores de salud, incluyendo recursos humanos, camas, insumos, medicamentos”, señaló la economista Verónica Serafini Geoghegan.

Esta profesional, investigadora del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP) y profesora universitaria, se valió de su cuenta en Twitter para compartir también el gasto en salud es la primera razón de endeudamiento en Paraguay, reduciendo el acceso a créditos para actividades productivas de las familias.

“La ausencia de salud pública es una fuente de negocios para una minoría y de exclusión y desigualdad social y económica para la mayoría. Si las familias no tienen ahorros, activos para vender (vivienda, por ej), capital social (polladas, tallarinadas entre amigos, parientes y vecinos) o capacidad de endeudamiento, tienen que resignarse a no acceder a servicios de salud”, lamentó.

Otro aspecto que abordó Serafini Geoghegan, master en Ciencias Sociales en FLACSO-México y doctorado en Economía en la UNAM-México, fue que nuestro país debería de invertir al menos 1% de su PIB en Atención Primaria de la Salud.

“En el 2018, el gasto general en salud en EE.UU. fue equivalente a más de US$ 10.000 por residente, Suiza gastó menos de 70%, mientras que el promedio los países de la OCDE fue menos de 40% (US$ 3.994), con indicadores de salud mucho mejores. Paraguay invierte US$ 864 US$ (PPA – paridad del poder adquisitivo). Con estos niveles de inversión en salud, (Paraguay es un) país sin garantía a los derechos a la salud y a la vida (Art. 4 y 68 de la Constitución)”, finalizó.

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