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Por 29 votos a favor, y 13 votos en contra, las y los senadores de Chile aprobaron miércoles pasado (22) el proyecto que permite el retiro del 10% de los ahorros en el sistema privado de pensiones. Se espera que este jueves se vote en diputados. El proyecto generó una enorme crisis en el Gobierno que amenaza con recurrir al Tribunal Constitucional o vetar el proyecto. La jornada estuvo marcada por protestas y un paro portuario.

El presidente chileno Sebastian Piñera recibió un nuevo revés al aprobarse en el Senado la ley que permite a los trabajadores y trabajadoras retirar hasta el 10% de sus ahorros en el fondo de pensiones. En Chile el sistema privado de pensiones (AFP) es uno de los principales emblemas de la herencia neoliberal de la dictadura pinochetista, y la idea de que se pueda acceder a parte de los fondos de manera anticipada fue duramente resistida por Piñera y los empresarios, abriendo una crisis en la propia coalición gubernamental, la derechista Chile Vamos, ya que muchos diputados y senadores terminaron votando a favor de la medida teniendo en cuenta la magnitud de la crisis económica producto de la pandemia, como así también el alto nivel de popularidad de la medida, que apoya el 82% de la población.

La votación del Senado solo aprobó el artículo referido al retiro anticipado de fondos, pero no el llamado «Fondo Solidario» que es lo que instruía al Gobierno a arbitrar los medios para que el Estado y los empleadores restituyan los ahorros que retiren los trabajadores en esta situación de emergencia. Es decir que al no aprobar este Fondo, dejan la puerta abierta a que el retiro actual pueda terminar impactando negativamente en las pensiones futuras de los y las trabajadoras.

La jornada estuvo marcada por protestas, cacerolazos y un paro de los trabajadores portuarios. Se espera que este jueves el debate se retome en la Cámara de Diputados para finalizar su aprobación. Piñera ya anunció que de ser aprobada la podría vetar o enviarla al Tribunal Constitucional para intentar frenarla.

Derrota anunciada

Una nueva derrota legislativa sufrió el gobierno este miércoles en el senado luego de los 29 votos (2/3) a favor del proyecto que permite el retiro de fondos de pensiones. Ahora se discutirá en la Cámara de Diputados donde posiblemente alcance también los dos tercios o 103 votos y quede listo para ser ley.

En una jornada marcada por las movilizaciones portuarias, en contra de la justicia patriarcal y de clase por #JusticiaParaAntonia o las movilizaciones por la liberación de los presos políticos mapuche. Las movilizaciones robaron protagonismo al parlamento en la jornada con más marchas desde el comienzo de la pandemia.

Piñera sin piso

El Gobierno, que se encuentra en un pico de impopularidad, se debate entre ir al odiado Tribunal Constitucional o vetar el proyecto, aunque ninguna de las medidas convencen en la derecha que ven en extremo debilitado a Piñera y quieren asegurar los dos tercios en la cámara de diputados para taponar alguna opción de ir al Tribunal Constitucional.

Más allá de la nueva jornada legislativa y la aprobación del proyecto, un sector del empresariado ve la ubicación del Gobierno como un peligro a que el proceso constituyente se realice “en paz” como pidió Luksic el pasado fin de semana, y ya se encuentran discutiendo e impulsando un nuevo proyecto de impuesto a los super ricos que sigue el modelo del proyecto del 10% vía modificación transitoria constitucional.

Sin Fondo Solidario

El Fondo Solidario en el proyecto del 10%, que garantizaba la restitución a los contribuyentes del dinero retirado en esta situación de emergencia pero sin que vuelvan a manos de las AFP, fue rechazado por 25 votos incluyendo muchos votos de oposición que argumentaron “esperar la discusión de la reforma de pensiones”.

En las calles, los trabajadores y el pueblo que apoyan el retiro anticipado de fondos se expresaron en protestas, cacerolazos y una huelga de trabajadores portuarios. En sus declaraciones y comunicados, los portuarios insinuaron la necesidad de avanzar e ir por todo poniendo un punto final al negocio empresario de las jubilaciones privadas, e ir a un sistema público y solidario.

Al clima convulsivo de las calles se suman las marchas por la libertad de los presos políticos mapuche, algunos de ellos en huelga de hambre, y las protestas que tuvieron lugar ayer luego de conocido el fallo «Fallo Pradenas», de una justicia abiertamente patriarcal, que sentenció a prisión domiciliaria a Martín Pradenas, acusado de abusos sexuales y violación, luego de que muchas de las acusaciones fueron desestimadas por la justicia y tampoco se consideró el agravante del suicidio de una de sus víctimas.

Un escenario que aumenta el desgaste del Gobierno, cuando aún están frescas las jornadas de estallido social que comenzó en octubre del año pasado y se extendió durante meses cuestionando todos los órdenes de la vida, incluida la justicia patriarcal y 40 años de políticas neoliberales heredadas de la dictadura.

Ese ejercicio previo de luchas y protestas, se suma ahora a la catástrofe sanitaria y económica, y a la debilidad que atraviesa Piñera. Un conjunto de elementos que pueden desatar una tormenta perfecta.

La CUT, principal central sindical, que viene de una tregua hace meses con el Gobierno, acaba de publicar una declaración planteando el estado de alerta. Sin embargo la situación actual ya amerita medidas urgentes de lucha para imponer un programa de emergencia ante la pandemia que tiene a Chile como uno de los países más afectados del mundo.

LA IZQUIERDA DIÁRIO