Las protestas contra Dina Boluarte se desinflan un año después del intento de autogolpe en Perú
PerúEl primero de cuatro días de protesta no registra heridos ni detenidos
Las movilizaciones que se gestaron hace un año en Perú tras el intento fallido de autogolpe de Pedro Castillo y la toma de posesión de su vicepresidenta, Dina Boluarte, intentaron recomponerse este jueves con la convocatoria de cuatro jornadas consecutivas de protesta. Bajo el eslogan “Que se vayan todos”, un sector de la población salió a las calles para pedir la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución. Protestaron también por la reciente excarcelación del expresidente Alberto Fujimori.
El primer día fue tranquilo, sin heridos ni detenidos, y menos masivo de lo esperado. Los organizadores esperan que la convocatoria suba desde este viernes, feriado nacional, y durante el fin de semana. Según la Defensoría del Pueblo, las movilizaciones se llevaron a cabo en 20 provincias de 15 de las 25 regiones del Perú. La mayoría de la costa y la sierra sur.
Esta vez no hubo bloqueo de carreteras, como en el pasado, y solo se registró un incidente parcial en Arequipa. Ello se explica por una maniobra del Gobierno: un decreto legislativo que modificó el código penal y que estableció entre 10 y 15 años de prisión por “la afectación de vías terrestres, así como infraestructura portuaria, ferroviaria y aeroportuaria”.
Una de las escenas que dejó la jornada sucedió en Juliaca: las madres y esposas de los manifestantes que perdieron la vida en las protestas del año pasado imploraron justicia, vestidas de negro, con las fotos de sus familiares. En Lima, por la noche, un grupo de manifestante llegó hasta el Congreso, en el centro histórico, pero sin enfrentarse con la Policía.
La mañana comenzó con una proclama de presidenta en la plaza La Bandera, en el distrito limeño de Jesús María. Boluarte decretó el 7 de diciembre como “Día de la institucionalidad, del Estado de derecho y de la defensa de la democracia”, en alusión al autogolpe de Castillo y su posterior toma de mando. Instó a la población a perseguir la paz y a confiar en el Ejecutivo. “El Perú seguirá adelante. Nuestra democracia saldrá fortalecida. Juntos lograremos reconstruir nuestro país sobre bases más sólidas”, dijo, y convocó a “la más amplia unidad desde el primer día”. Según la consultora Datum Internacional, la mandataria cuenta con apenas un 11% de aprobación.
El amplio movimiento de opositores, integrado por trabajadores, estudiantes y comunidades indígenas, sufrió el desgaste de una larga temporada de manifestaciones sin lograr sus propósitos y una durísima represión policial, que dejó más de 60 muertos en enfrentamientos con los agentes.
EL PAÍS