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Tras asumir la jefatura del Estado, la abogada sostuvo una serie de reuniones, una de ellas con la fiscal de la Nación. Esta última- de acuerdo a fuentes del Ministerio Público- no estuvo planificada y se dio minutos antes de que inicie la diligencia en Palacio de Gobierno.

La abogada Dina Boluarte se convirtió ayer en la primera mujer en asumir la Presidencia de la República, luego de que el Congreso vacara a su antecesor en el cargo, Pedro Castillo. El docente dio un golpe de Estado, al anunciar, en un mensaje a la Nación, la disolución inconstitucional del Parlamento y la instalación de “un gobierno de emergencia excepcional”.

Ante el pleno del Poder Legislativo, Boluarte- vestida con un sastre amarillo- juró “por Dios, la patria y todos los peruanos” ejercer “fielmente el cargo de presidenta hasta el 2026″.

En su discurso, la mandataria rechazó que Castillo Terrones haya quebrado el orden constitucional, destacó que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional hayan sido “fundamentales” para mantener la democracia, y exhortó al Parlamento a entrar a una etapa de “tregua política”, a fin de “instalar un gobierno de unidad nacional”.

Una vez instalada en Palacio de Gobierno, la jefa de Estado sostuvo una serie de reuniones. Una de ellas fue con la fiscal de la Nación, Patricia Benavides; el fiscal supremo adjunto Marco Huamán, y las fiscales superiores Karina Quineche y Marita Barreto. Esta última coordina el Equipo Especial de Fiscales contra la corrupción en el poder.

Fuentes del Ministerio Público indicaron a El Comercio que la cita no fue oficial, sino un acto de “cortesía” de Benavides, quien había ingresado anoche a la Casa de Gobierno para incautar documentos y computadoras, en el marco de las distintas investigaciones que se le siguen al ex mandatario Pedro Castillo por presuntos actos de corrupción y de organización criminal.

“Antes de comenzar la diligencia para recuperar documentos y equipos de cómputo por cortesía se le avisó a la presidenta, ella recién ha entrado, hubo un recibimiento, no fue una reunión oficial. Y se hizo antes del inicio de la operación”, manifestaron.

Las mismas fuentes relataron que el encuentro duró cinco minutos y destacaron que Boluarte haya ordenado al personal del Despacho Presidencial brindar todas las facilidades para el ingreso a las oficinas y el recojo de información.

También señalaron que ambas altas autoridades hablaron sobre trabajar de manera conjunta respecto a la lucha contra la corrupción.

Agregaron que no se descarta que en los próximos días se pueda dar una reunión formal entre Boluarte y Benavides, donde ambas tengan una agenda bajo el brazo.

“El diálogo es la única solución”

Más temprano, la presidenta Boluarte recibió al arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, quien, en declaraciones a la prensa, refirió que la “única solución” para que el país supere la crisis política es con “diálogo”. Sin embargo, remarcó que este no es para “amarrar cosas por lo bajo, sino para hacer lo justo para todos”.

“[A Boluarte] la veo muy serena, [está] dispuesta a asumir su responsabilidad, es nuestra primera presidenta mujer, eso es muy importante, porque la sensibilidad femenina siente mucho más, lo que hay que hacer es que eso se transforme en racionalidad, orden y tareas”, expresó.

Castillo, además, dijo esperar que el Congreso esté abierto al consenso.

“No importa que pensemos distinto, lo importante es ver cómo concertamos para hacer un país [viable]”, finalizó.

La primera reunión que tuvo Boluarte, tras jurar como presidenta, fue con los integrantes del Tribunal Constitucional, cuyo titular, Francisco Morales, condenó el golpe de Estado dado por Castillo Terrones casi de inmediato.

“Hemos querido venir en este momento crítico [para el país] para expresar nuestro saludo y el beneplácito para que los órganos del gobierno del Perú puedan desarrollar un trabajo por el buen de todos los peruanos”, le manifestó Morales a la exministra de Desarrollo e Inclusión Social.

Boluarte, en respuesta, remarcó que el Tribunal Constitucional es el “garante” de la democracia y de los derechos de todos los peruanos.

La presidenta, además, subrayó que el país “está cansado, no de ahora, sino de siempre” de la corrupción.

“Cuántas guerras hemos perdido por presidentes que nos han traicionado, o cuántas situaciones de desarrollo no se han emprendido porque más pudo la corrupción. Sí se puede trabajar con una mirada transparente y honesta con los ciudadanos de a pie y con los del Perú profundo, con todos los peruanos”, finalizó.

La jefa de Estado también recibió al exministro de Defensa Alberto Otárola, quien fue su abogado ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, que el último lunes mandó al archivo una denuncia constitucional que buscaba su inhabilitación para la función pública por 10 años.

El Comercio se comunicó con Otárola, pero este evitó brindar detalles de la conversación con la presidenta. No descartó formar parte del primer Gabinete Ministerial del nuevo gobierno.

Ninguna de las reuniones de Boluarte fue registrada en el portal de Transparencia de la Presidencia.

Este jueves, Boluarte, en declaraciones a la prensa, afirmó que aún no tiene el nombre del titular de la Presidencia del Consejo de Ministros.

También señaló que las voces que piden el adelanto de elecciones generales son “democráticamente respetables”.

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Ayer, Boluarte, antes de jurar como presidenta, se reunió con el titular del Congreso, José Williams Zapata, y con los integrantes de la Mesa Directiva, a quienes les pidió “trabajar en unidad, porque peleándonos quienes salen perdiendo son nuestros hijos”.

EL COMERCIO