BLOG

La propaganda golpista vuelve a la campaña electoral en Argentina

Argentina

FEDERICO FINCHELSTEIN
Coautor Emmanuel Guerisoli

En Argentina el discurso de la dictadura reemplaza a la historia. En vísperas de lo que parecería ser una de las elecciones presidenciales más relevantes desde la vuelta de la democracia en 1983, vemos una novedad: la propaganda de la vieja dictadura militar se repite en la campaña y el debate histórico se ve relegado al olvido. Se vuelve a la idea de los “excesos”, que en concreto niega la realidad del pasado: el plan sistemático de exterminio y sus crímenes de lesa humanidad que desencadenaron los juicios a los militares de 1985 en adelante. No hay nada original en esto y más bien representa una nueva tendencia latinoamericano del negacionismo histórico. Lo mismo hicieron Jair Bolsonaro en Brasil y José Antonio Kast en Chile justificando sus respectivas dictaduras.

La actual candidata argentina para vicepresidenta de La Libertad Avanza y futura encargada de las áreas de defensa y seguridad interna, Victoria Villarruel, está intentando reformular la violencia no-estatal de la década de los 70, revitalizando el rol de la dictadura. Esta no reinterpretación de la Junta no es exclusiva de Villarruel, sino también de su compañero de fórmula, Javier Milei, a The Economist: “Hubo una guerra entre un grupo de subversivos que querían imponer una dictadura comunista y del otro lado estaban las fuerzas de seguridad, que se excedieron en sus acciones”.

En realidad, la así llamada “guerra sucia” no fue una verdadera guerra, sino una militarización ilegal de la represión estatal. Se trata de una expresión popularizada que tiene que ser explicada en relación con la genealogía fascista del país. La Guerra Sucia no tenía como protagonistas a dos combatientes, sino a víctimas y victimarios. El Estado hizo la “guerra” contra sus ciudadanos. Este terror autorizado por el Estado tenía sus raíces en los movimientos fascistas de los años de entreguerras. Los historiadores hablan de terrorismo de Estado, mientras que Villaruel afirma que “El terrorismo de Estado no existe”.

Villarruel y Milei afirman que la violencia estatal, si bien fue excesiva, estaba justificada y sus efectos salvaron al país de una dictadura comunista. Repiten los argumentos de los dictadores y la ideología del fascismo en Argentina. Negar la desaparición sistemática de decenas de miles de personas; el homicidio, secuestro, detención indefinida y tortura y violación de otras miles; el robo y saqueo de la propiedad privada de los desaparecidos, secuestrados y sus familiares; el rapto, retención, y comercialización de bebés y niños de los desaparecidos, y la construcción a nivel nacional de una red clandestina de campos de concentración, y calificarlo de “accionar excesivo” es, en el mejor de los casos, ignorante, y en el peor de los casos encubridor. Es un la misma lógica de Trump en EE.UU. y Bolsonaro en Brasil.

Históricamente, la violencia política no-estatal en la Argentina era parte de un proceso sociopolítico global y no solamente protagonizado por guerrillas u organizaciones de izquierda/comunista. Villarruel y Milei no mencionan la relación entre la dictadura militar y los herederos del grupo Tacuara, de índole católica antisemita, y sobre todo de la organización terrorista más violenta de la Argentina: la Triple A, que fue autora de más de 900 homicidios en dos años y funcionó como un brazo parapolicial del gobierno de Juan Domingo Perón y luego Isabel Perón.

Las guerrillas de Montoneros y ERP no eran organizaciones aliadas. Ambas guerrillas cometieron acciones criminales y fueron responsables de cientos de muertes durante gobiernos militares y democráticos; pero jamás estuvieron cerca de derrotar al Estado y tomar el poder.

Esto no justifica los actos violentos y homicidas de las guerrillas. Varias de sus víctimas merecen ser recordadas y que sus muertes no sean enmarcadas como el resultado de actos heroicos o de resistencia. Pero hay diferencias esenciales entre crímenes producidos por organizaciones no-estatales y los cometidos por agentes estatales. Cuando Villarruel reclama que es injusto que militares argentinos sean investigados y condenados por crímenes de lesa humanidad, cuya tipificación y no prescriptibilidad se legisló con posterioridad a la comisión de tales actos, se olvida de que los acusados actuaron en nombre del Estado y con apoyo del aparato represivo estatal. Ellos estaban actuando no como ciudadanos privados, a los cuales los principios garantizadores del derecho penal se aplican, sino como el Estado mismo. No es injusto, al contrario: los legisladores argentinos tipificaron los delitos de lesa humanidad de tal manera para poder tener un Estado más justo.

Los vínculos entre Milei/Villarruel y la lógica fascista van más allá de los vínculos personales con criminales. Villarruel llevaba jóvenes al departamento del dictador Videla, su tío Ernesto fue uno de los altos mandos del campo de concentración El Vesuvio y Milei trabajó como asesor personal del genocida general Antonio Bussi en los 90.

Por ello, esta negación de la realidad histórica es absolutamente peligrosa para la democracia argentina. La Junta Militar tomó el poder en 1976 ilegalmente. Si Milei y Villarruel no tienen un problema con esto, están legitimando el rol extraconstitucional que las fuerzas armadas tuvieron para “salvar” a Argentina de peligros existenciales, reales o no, y restablecer el orden en la sociedad. Quienes no cuestionan la legalidad de un golpe de Estado revelan sus intenciones no democráticas, como justamente hizo Milei al decir que el intento de golpe de estado en Brasil del 8 de enero fue organizado por Lula y al plantear dudas sobre la legitimidad de las elecciones en EE.UU. y Brasil.

Cuando Milei acusa a Lula y al presidente de Chile Boric de ser comunistas, cuando culpa al “marxismo-cultural” de toda la decadencia socioeconómica de Argentina, y el mundo, en los últimos 40 años, y cuando fantasea con que en los 70 un grupo de subversivos intentó imponer una dictadura comunista en Argentina, está definiendo quiénes son los enemigos existenciales del país.

En su visión, él y su plataforma política personifican una cruzada mesiánica contra las fuerzas comunistas. Estos enemigos no tienen lugar en la Argentina de Milei, la mera existencia de ellos la ponen en peligro y en este marco ideológico la represión y la dictadura no pueden ser descartadas. La intolerancia y la violencia discursiva de Milei y Villarruel debe ser relacionada con su negación de las historias pasadas y recientes de golpes y violencias autoritarias. Esta negación de la historia es un aspecto central del peligro para la democracia que representa Javier Milei.

Emmanuel Guerisoli abogado. Doctorando en Sociología e Historia en New School for Social Research (N. York). Especializado en derecho penal internacional, derecho constitucional y derechos humanos. Máster en Estudios Internacionales y Sociología.

Federico Finchelstein
Profesor de Historia de New School for Social Research (Nueva York). Fue profesor en Brown University. Doctor por Cornell Univ. Autor de varios libros sobre fascismo, populismo, dictaduras y el Holocausto. Su último libro es “Brief History of Fascist Lies” (2020).

 

Últimos do Blog
Noticias

Gobierno de Bolivia entregará títulos de tierra a campesinos

Más
Noticias

Colombia. Los cinco precandidatos presidenciales que ya tiene el Pacto Histórico para 2022

Más
Noticias

Nito Cortizo aseguró que en su administración no se han realizado escuchas ilegales

Más
Noticias

Enrique Sánchez está enfocado en refundar el Partido Febrerista

Más
Noticias

PRI y PRD pierden más del 70% de su militancia

Más
Noticias

Legislativo de Ecuador instala mesa sobre demandada ley de educación

Más
Noticias

Castillo nombra a primer ministro de izquierda en Perú y deja pendiente al de Economía

Más
Noticias

Argentina passa a considerar cuidado materno como trabalho e garante direito à aposentadoria de 155 mil mulheres

Más
Noticias

PRD pide a ciudadanos no participar en la consulta popular del 1 de agosto

Más
Noticias

Bolsonaro emprende nueva reforma ministerial para sumar apoyos en el Congreso

Más
Noticias

La hora de Pedro Castillo

Más
Noticias

Colombia Humana, UP y MAIS se declararon en oposición a Claudia López

Más
Noticias

Proyectos que ha realizado la alcaldía de Claudia López

Más
Noticias

Presidente del partido de izquierdas uruguayo deja su cargo y llama a unión

Más
Noticias

Mónica Fein será precandidata a diputada nacional y enfrentará a la lista de Pablo Javkin

Más
Noticias

Narváez marca primeras diferencias con candidatura de Provoste: “La realidad que hemos visto, es que es una reacción a las encuestas”

Más
Noticias

Presidente del PS, Álvaro Elizalde, asegura que Narváez no bajará su candidatura en favor de Yasna Provoste

Más
Noticias

Nicaragua: el régimen continúa con la persecución a opositores y Ortega aseguró que “no hay espacio para la negociación”

Más
Noticias

Colas para hacerse con un hueso de carne: el hambre se dispara en Brasil

Más
Noticias

Sí Por México llama a PAN, PRI y PRD a buscar candidato de unidad para las elecciones de 2024

Más
Noticias

Pedro Castillo teje una red de apoyos para gobernar Perú en un escenario adverso

Más
Noticias

La Policía investiga a Bolsonaro por supuesta prevaricación en la pandemia

Más
Noticias

Gustavo Petro brasileño está cansado de que lo culpen de todo en Twitter

Más
Noticias

Claudia López acusa a Petro de ‘incendiar a Colombia’

Más
Noticias

Ex-ministro da Defesa da Bolívia planejou segundo golpe usando mercenários dos EUA

Más
Noticias

Cuba logra la primera vacuna latinoamericana con datos de efectividad al nivel de Pfizer y Moderna

Más
Noticias

Presentan en Ecuador propuesta para ley de aborto por violación

Más
América Latina

José Mujica sostiene que Milei es “muy impulsivo” y no duda de que Brasil “será una potencia”

Más
México

México: reforma de pensiones crea «falsas expectativas»

Más
República Dominicana

Candidatos presidenciales dominicanos plantean sus propuestas en un debate inédito

Más