José Genoíno: «Bolsonaro estuvo dos meses sin ejercer la presidencia»
Brasil«Qué esté golpeado no significa que está fuera de juego, no debemos perder de vista que él puede estar jugando a dar lástima para justificar una amnistía, un olvido.»
Desde Brasilia
Jair Bolsonaro en fuga pasará el Año Nuevo en Orlando, no muy lejos de Disney World. Imitando al último dictador brasileño, general Joao Baptista Fihueiredo, aquel que no entregó la banda presidencial al primer presidente civil en 1985, el capitán retirado abandonó su país el viernes para evitar ceder los símbolos del mando a Luiz Inácio Lula da Silva quien este domingo asumió su tercera presidencia en una Brasilia blindada, ante el riesgo de atentado.
Doble fracaso
El caso es que Bolsonaro abandonó el país, y anticipó su salida del gobierno, luego de dos derrotas. El 30 de octubre perdió en el balotaje ante Lula, el líder del Partido de los Trabajadores (PT), convirtiéndose en el primer jefe de gobierno que no fue reelecto desde 1998: todo un fiasco. Más tarde fracasó en su proyecto de perpetrar un golpe con la anuencia de las Fuerzas Armadas o de orquestar algo así como un asalto al Capitolio, siguiendo la receta del ealizado por Donald Trump a quien le gustaría visitar durante sus recién iniciadas vacaciones en Florida, hacia donde partió después de lloriquar en su último discurso ante millones de internautas en las redes sociales .
¿ Bolsonaro está acabado?, le preguntó este diario a José Genoíno, uno de los referentes del PT partido que presidió y del cual es uno sus fundadores junto a Lula. «Bolsonaro está golpeado, es una persona que salió huyendo del gobierno, estuvo dos meses sin ejercer la presidencia encerrado en el Palacio de Alvorada (residencia oficial ) pero al mismo tiempo estamos ante una persona altamente peligrosa. Qué esté golpeado no significa que está fuera de juego, no debemos perder de vista que él puede estar jugando a dar lástima para justificar una amnistía blanca, un olvido, eso sería gran error».
«Tenemos que recordar que él es un dirigente que tiene base social en todo el país, él está apoyado por sectores del gran capital, por sectores de la clase media que van a continuar intentando desestabilizar. Lo último que deberíamos hacer es menospreciarlo. El es el primer líder de masas protofascista que tenemos en Brasil desde hace muchos años. Bolsonaro estuvo cuatro años en el gobierno actuando como lo que es: un defensor de la dictadura, un defensor de la tortura, del femicidio, un tipo que ataca a la población indígena, una persona que no tiene el mínimo de dignidad. No podemos dejar que se nos olvide quien es esta persona, no es alguien de derecha con el que se puede dialogar, es una amenaza a todo lo que entendemos por civilización».
_ ¿Cómo imagina la oposición a partir del 2 de enero?
_ Ellos van a actuar buscando todas las formas de causar inestabilidad política. Van a seguir trabajando en las calles y van a trabajar dentro de Congreso donde tendrán un peso muy fuerte y en los tribunales van a buscar genera inseguridad jurídica. Y son un movimiento con fuerza territorial, ellos están con el control de los estados de San Pablo, con el gobernador Tarcisio de Freitas , Rio de Janeiro con Claudio Castro, y Minas Gerais con Romeu Zema, aunque este no es un bolsonarista puro. Estamos hablando de los tres estados más con más población, con más legisladores federales y con ás presupuesto del país.
«Innombrable»
Durante la entrevista Genoíno se refiere al mandatario saliente como Bolsonaro y una vez directamente como el «innombrable». Dando una pizca de ironía que no le resta rigor a su análisis del personaje.
Al embarcar hacia Estados Unidos, Bolsonaro fue despedido por sólo tres ministros. El titular de Defensa, general Paulo Sergio de Oliveira, el jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno y el canciller Carlos Alberto Franca. No había ningún dirigente de los partidos conservadores participantes en su gobierno.
_ ¿La derecha va a abandonar a Bolsonaro?
_ Los partidos tradicionales de la derecha, los que están dentro del «Centrao» (coalición de varias fuerzas conservadoras) no están comprometidos a muerte con Bolsonaro, ellos van a buscar su propia conveniencia, y seguirán con él dependiendo de su aprobación. Bolsonaro tuvo el 49 % de votos en el balotaje de octubre contra Lula, son 58 millones de votos, pero no son votos incondicionales. Una encuesta reciente mostró que el 75% de la gente está contra los campamentos golpistas frente al Cuartel General del Ejército y en otras unidades militares.
_ ¿Bolsonaro tiene miedo de ser preso?
_ No conozco la intimidad de Bolsonaro, me parece que tiene miedo porque tiene consciencia de su vulnerabilidad , como jefe de gobierno durante cuatro años cometió varios crímenes y desde el lunes será una persona sin foro privilegiado. En Brasil muieron casi 700 mil personas por coronavirus cuando cientos de miles podrían estar vivas hoy si Bolsonaro no hubiera hecho un boicot a las vacunas. Sus hijos también están en varias causas.
Atentado fallido
Nunca desde el fin de la dictadura la transición de un gobierno a otro estuvo tan amenazada por la violencia como ocurre en estos días. Brasilia amaneció lluviosa y blindada este sábado en vísperas de la asunción de Lula.
Miles de policías (muchos de ellos bolsonaristas) fueron movilizados para garantiza la seguridad en la avenida por donde el próximo gobernante desfilará a primera hora de la tarde de este domingo. Aún no se sabe si lo hará, junto a su esposa la socióloga Rosángela Jansa Silva, a borde de un Rolls Royce descapotable o dentro de un vehículo techado y blindado. El riesgo de un magnicidio o de un ataque a la multitud creció luego del atentado fallido en el Aeropuerto Internacional de Brasilia, desbaratado horas antes de la Nochebuena. El principal sospechoso, George Washington da Silveira Sousa, confesó su intención de hacer volar la aeroetación a fin de desatar el «caos» propiciatorio de una intervención militar contra la asunción de Lula. El presunto terrorista reconoció haber frecuentado el Cuartel General del Ejército, a unos cinco kilómetros del centro brasiliense, donde cientos de extremistas montaron un campamento en el que se reivindica el golpe de Estado.
_ ¿Qué nexos puede haber entre el atentado fracasado y Bolsonaro?
_ No puedo afirmar que haya un nexo directo entre él (Bolsonaro) y el atentado que se quiso hacer en el aeropuerto. Lo evidente es que Bolsonaro pasó dos meses dentro del Palacio de Alvorada, sin gobernar, solamente dedicado a conspirar para impedir que Lula pueda asumir. Hay muchos indicios que lo ligan a los protofascistas acampados en el Cuartel del Ejército y hay pistas que vinculan a algunos de estos militantes con el intento de atentado. La semana pasada la Policía Federal detuvo a cuatro sospechosos y allanó decenas de domicilios de gente que estuvo en el Cuartel General, sospechosos que fueron imputados por intento de golpe de Estado. Yo creo que es el momento de avanzar esas investigaciones ordenadas por el juez Alexandre de Moraes y apoyadas por el futuro ministro de Justicia de Lula, Flavio Dino. Creo que Flavio Dino está haciendo y que va a hacer un gran trabajo en el gobierno. En cambio no me parece acertada la forma como está actuando el designado ministro de Defensa, José Mucio Monteiro.
Militares
José Genoíno fue preso durante la dictadura militar por participar en la resistencia armada en los años 60 y medio siglo después sería arrestado en el marco de la persecución del proceso Lava Jato, modelo de lawfare luego replicado en varios países de la región. Durante el gobierno de Dilma Rousseff fue asesor del Ministerio de Defensa, un área en la que es experto.
_ ¿Qué hacer con las Fuerzas Armadas?
_ Primero tenemos que entender que esos campamentos en los cuarteles están respaldados por los militares. Esa anomalía de tener gente pidiendo un golpe es un instrumento que usan las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército para presionar al nuevo gobierno, para condicionar la transición, ellos no quieren una transición, ellos quieren la continuidad, para tutelar al gobierno democrático. La tutela es algo tradicional en la historia brasileña. Tenemos que recordar lo que ocurrió en la historia. A diferencia de lo que ocurrió en la transición hacia la democracia en Argentina, acá se mantuvo la tutela militar y no hubo ningún avance ni de memoria ni de justicia.
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