¿Gálvez o Sheinbaum?: México se encamina a la elección de su primera presidenta en la historia
MéxicoCon la reciente confirmación de la candidatura de Claudia Sheinbaum por el oficialismo y la ratificación de Xóchitl Gálvez como elegida del Frente Amplio por México, alianza tripartita opositora, todo parece que la silla presidencial podrá ser ocupada por una mujer por primera vez en la historia de México. En paralelo a los anuncios de las candidaturas, el excanciller Marcelo Ebrard, que quedó de segundo en la encuesta de Morena, aseguró que estará en la contienda electoral conmocionando la escena política del país.
La cita electoral que tendrá lugar el 2 de junio del 2024 ya tiene a sus protagonistas por ambos frentes. Ciudad de México fue el escenario del anuncio de Claudia Sheinbaum como candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido de izquierda al que pertenece el actual jefe de Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador. La exalcaldesa capitalina es oficialmente la elegida para buscar la continuidad en el poder.
Sheinbaum se llevó el primer puesto en la encuesta nacional organizada por Morena, donde alrededor del 39% de los 12.500 ciudadanos encuestados prefirió ver a Sheinbaum en la contienda electoral, en un proceso que la ahora candidata del oficialismo calificó como «bueno».
Por su parte, López Obrador felicitó la elección de la exalcaldesa, afirmando que él dejará de ser el dirigente del «movimiento de la transformación en México» para cederle la batuta a Sheinbaum.
«Yo apoyo a Claudia Sheinbaum. Hoy ya dejo de ser dirigente del movimiento de transformación en México. Voy a entregar el bastón por la tarde-noche», aseguró el mandatario en su conferencia diaria desde la Ciudad de México.
Claudia Sheinbaum: científica, política y apuesta del oficialismo para la continuidad
Nacida en la capital mexicana un 24 de junio de 1962 y doctora en Ingeniería Energética, Claudia Sheinbaum inició su carrera política dentro de grupos estudiantiles en la Universidad Autónoma de México (UNAM). Un primer escalón desde donde dio el salto de lleno a la vida pública de la mano de López Obrador, con el que ha convivido de cerca desde su adhesión al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 1989.
Sheinbaum perteneció al gabinete de López Obrador durante su periodo como regente de la Ciudad de México (2000-2005), en donde fungió como secretaria de Medio Ambiente, y además participó como vocera de su primera campaña presidencial en 2006, donde el actual presidente cayó derrotado frente al derechista Felipe Calderón. Unas elecciones en las que la candidata de Morena hizo eco de las denuncias por fraude electoral realizadas por López Obrador.
Más recientemente, Claudia Sheinbaum se montó a la carrera electoral por la jefatura de la capital mexicana en 2018. Una decisión que, según palabras de la izquierdista, fue a petición del mismo AMLO, como le llaman sus seguidores.
«Yo no quería ser candidata a jefa de Gobierno, lo hago porque me lo pidió Andrés Manuel», afirmó Sheinbaum en un conversatorio con cineastas mexicanos en 2018, en vísperas del comienzo de la campaña electoral por la Ciudad de México.
Su mandato en la capital estuvo lleno de claroscuros: un manejo de la pandemia que contrariaba en ocasiones al Gobierno federal, pero que tuvo resultados satisfactorios; el constante enfrentamiento con grupos feministas; las críticas a la situación de la vivienda en la ciudad y la desastrosa caída de la línea 12 del metro capitalino, que tuvo como resultado 27 fallecidos y decenas de heridos.
Tal hecho se convirtió en uno de los focos críticos de la oposición, comandada por la derecha, misma que pretende evitar la llegada de Sheinbaum al poder y obstaculizar la continuidad de Morena en Palacio Nacional con un nombre: Xóchitl Gálvez.
Xóchitl Gálvez: La ‘irreverente’ esperanza de la oposición
Gálvez fue la elegida de la alianza opositora conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), tradicionalmente conservador y de derecha; el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ex asociación política de AMLO, y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país por más de 70 años.
Una mezcla ideológica y política poco convencional es la fórmula por la que muchos admiran a ‘Xó’, como la llaman algunos de sus simpatizantes.
Con 66 años, Xóchitl Gálvez nació en Tepatepec, Hidalgo, en la cuna de una familia indígena y de escasos recursos económicos. De hecho, su origen es una de las banderas que enarabola la ahora candidata opositora.
Haciendo siempre referencia a la meritocracia y poniendo su historia como ejemplo de superación, Gálvez presume haber salido de la pobreza a través de la «venta de gelatinas», que le fue suficiente como para pagar su educación universitaria y convertirse en propietaria de diversas empresas.
Ya como política, en 2015 ostentó la jefatura en la delegación Miguel Hidalgo, dentro de la Ciudad de México, y en 2018 ingresó al hemiciclo mexicano con la bandera blanquiazul del PAN, aunque siempre ha expresado que se considera a sí misma una política «independiente».
Cuando Sheinbaum fue nombrada como candidata oficialista, Gálvez se mostró «feliz» porque posiblemente México tendría a su primera presidenta en 2024. Sin embargo, también criticó la transparencia en el proceso de elección de candidatos en Morena, invitando indirectamente al excanciller Marcelo Ebrard, dueño del segundo lugar en la encuesta oficialista y denunciante de «irregularidades en el proceso», a unirse a su frente.
«¿A ti tampoco te cumplió AMLO? Únete a los millones de decepcionados. En este Frente Amplio te recibimos con el corazón, no con la fuerza pública», escribió la candidata opositora en su cuenta de X.
Marcelo Ebrard: ¿el tercero en discordia?
De todos los aspirantes a la candidatura oficialista, el excanciller fue el único que se mostró inconforme con los resultados de la encuesta, ya que Ebrard había denunciado malos manejos en las boletas y urnas en distintos puntos de votación como una situación que habría mermado su posibilidad de ser el presidenciable de Morena.
Horas antes de la revelación del candidato final de la izquierda mexicana, Ebrard afirmó que se encontraba «fuera del proceso». Pero lo que más sorprendió a la ciudadanía fue una declaración que podría quebrar con la unidad del frente progresista en México: «Estaré en la boleta en el 2024».
La afirmación de Ebrard conmocionó la escena política mexicana, ya que algunas voces al interior del país presumen que el excanciller podría unirse al partido Movimiento Ciudadano y ser un candidato inesperado que pueda irrumpir en la contienda electoral, puesto que posee una respetable fuerza política. Ebrard quedó en segundo lugar en la encuesta de Morena con poco más del 25% de aprobación.
Tanto Sheinbaum como el mismo Andrés Manuel López Obrador han abierto las puertas al diálogo con el excanciller. De hecho, la exalcaldesa llegó a ofrecerle un asiento en su gabinete presidencial si logra llegar al poder el próximo año.
Por el momento, son dos mujeres las que se perfilan a la Presidencia de un país que experimenta una grave y dolorosa situación de feminicidios, con un promedio de 10 mujeres asesinadas al día.
En una situación sin precedentes y al interior de un país con esferas de poder ostentadas por hombres, la histórica contienda entre Sheinbaum y Gálvez plantea un interrogante: ¿Está México listo para una presidenta?
Con EFE y medios locales