Esteban Paulón: “El poder no puede usarse para sembrar odio y violencia sobre colectivos sociales”
ArgentinaEl diputado socialista presentó una denuncia penal contra el presidente tras sus polémicos dichos en Davos, en los que atacó a colectivos LGBT+, la ideología de género y la inmigración. Paulón argumentó que los discursos de los funcionarios del gobierno nacional fomentan odio y violencia
El diputado nacional por el Partido Socialista, Esteban Paulón, denunció penalmente al presidente Javier Milei luego de su controvertido discurso en el Foro de Davos, donde arremetió contra la ideología de género, la agenda LGBT+ y otros temas sensibles como el aborto y la inmigración. En sus redes sociales, Paulón afirmó: “El poder no debe usarse para sembrar odio. Porque nuestras vidas importan y nuestras familias merecen respeto, decimos basta a los discursos que generan violencia”.
Milei, quien participó en la prestigiosa cumbre internacional, calificó a la ideología woke como un “virus mental” y a la ideología de género como “abuso infantil” mientras relacionó a colectivos LGBT+ con la pedofilia. Estas declaraciones generaron una ola de críticas y preocupaciones, particularmente entre organizaciones de derechos humanos y referentes políticos.
En diálogo con La Marca de la Almohada, Paulón amplió sus fundamentos para la denuncia penal y analizó las implicancias de los discursos del mandatario. “El presidente tiene una responsabilidad: participó en Davos como representante del Estado argentino y desconoció una gran cantidad de instrumentos legales vigentes en el país. Su deber es hacer cumplir la ley, no atacarla desde un discurso violento”, enfatizó.
El legislador también apuntó contra la generalización de Milei: “Es ridículo que el presidente relacione a toda una comunidad con un caso aislado en Estados Unidos. Generalizó a los homosexuales como pedófilos y lanzó amenazas a familias y profesionales de la salud que trabajan con niños y niñas trans. Este tipo de discursos fomentan odio y violencia”.
Paulón subrayó la gravedad de estas afirmaciones al provenir de la máxima autoridad del país. “Las palabras del presidente no son solo opiniones personales. Representa al Estado argentino y, con sus dichos, violó deberes de funcionario público y desconoció marcos legales que están vigentes”, aseguró el diputado.
Paulón enmarcó el discurso de Milei en lo que considera un intento por desatar una “batalla cultural” que, según él, ya está perdida. “El presidente y su entorno están intentando retroceder en cuestiones en las que la sociedad ya ha avanzado. La tolerancia y el respeto en Argentina son mayores que lo que plantea este gobierno”, dijo.
El diputado recordó cómo los derechos conquistados por la comunidad LGBT+ y otros colectivos se han consolidado en el país. “Hemos sobrevivido a amenazas mucho más fuertes, desde criminalización hasta intentos de ‘curarnos’ desde la religión o la medicina. Ningún decreto presidencial podrá borrar el avance social logrado”, agregó.
Sin embargo, reconoció que los discursos presidenciales reactivan a sectores reaccionarios. “Aunque no son mayoría, son sectores fuertes que ahora parecen hegemónicos gracias al eco que tienen en la figura del presidente, sus funcionarios y ciertos medios de comunicación”, explicó.
Paulón admitió que los dichos de Milei generan zozobra y desazón en muchas personas, pero se mostró optimista sobre la resistencia social. “Es un día triste para la comunidad, pero sabemos que no logrará modificar la esencia de nuestra sociedad. Hay temor por los derechos conquistados, pero también una gran convicción de que no retrocederemos”, expresó.
El diputado socialista también evaluó la posibilidad de que el gobierno impulse proyectos para revertir leyes como el matrimonio igualitario o la identidad de género. “No creo que haya un escenario favorable en el Congreso para aprobar estas iniciativas. Probablemente lancen algunos proyectos en marzo para testear alianzas y medir la reacción de sus propios aliados”, opinó.
Paulón insistió en que los discursos de Milei trascienden el plano político. “El presidente tiene una enorme responsabilidad. No se trata solo de sus palabras, sino de las consecuencias que generan. Sus discursos activan odios, legitiman violencias y ponen en riesgo a miles de personas que hoy se sienten atacadas y desprotegidas”, concluyó.
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