El Supremo de Venezuela, un tribunal que imparte justicia a la medida de Nicolás Maduro
VenezuelaCasi la totalidad de los magistrados del TSJ venezolano, que ha validado el controvertido triunfo del presidente, tiene una historia de filiación política con el chavismo
Nicolás Maduro llega a comparecer ante la Corte Suprema de Justicia, en Caracas, Venezuela, en agosto de 2024. Jesus Vargas ()
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha sellado, como era esperable, su respaldo a Nicolás Maduro. Controlado por el oficialismo desde hace dos décadas, la máxima institución judicial Venezuela validó este jueves los resultado del Consejo Nacional Electoral (CNE) -otro ente dominado por el chavismo-, que el 28 de julio proclamó ganador a Nicolás Maduro sin mostrar aún las actas de votación.
La resolución no sorprendió, debido a los vínculos de casi la totalidad de los magistrados con el chavismo. Poco antes de conocerse esta decisión de la Sala Electoral del Supremo, la Misión de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas en Venezuela había advertido sobre la carencia de independencia e imparcialidad de este organismodel CNE. El fallo fue rechazado por la oposición, encabezada por el excandidato presidencial Edmundo González Urrutia,varios presidentes de la región, como el chileno Gabriel Boric, debido al sesgo del tribunal.
Quien preside el Supremosu sala electoral, Caryslia Beatriz Rodríguez, fue militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) -fundado por el expresidente Hugo Chávez en 2008-ocupó cargos de elección popular como concejal del municipio Libertador (Caracas)alcaldesa encargada de Caracas entre agostonoviembre de 2021. En una entrevista del portal Ciudad Caracas, publicada hace tres años, Rodríguez se declaró «profundamente comprometida con las tareas que delega la revolución»»leal» al presidente «obrero Nicolás Maduroa los proyectos para la construcción del socialismo». De aquello sólo quedan como prueba unas capturas de pantalla difundidas por la ONG venezolana Acceso a la Justicia, dado que antes de la postulación de Rodríguez como magistrada se eliminó la publicación.
La presidenta del TSJlos otros dos jueces que componen la Sala Electoral, Fanny Márquez -exintendente del organismo tributario Seniat- e Inocencio Figueroa, están sancionados por el Gobierno Canadá como responsables del deterioro de la democracia en Venezuela. Como magistrados, MárquezFigueroa están relacionados con persecución de diputados opositores hace casi una décadaen la destitución de la fiscal general Luisa Ortega en 2017. Ortega había denunciado casos de presunta corrupciónviolaciones de derechos humanos por parte del régimen de Maduro. Hoy, al menos 18 de los 20 miembros que constituyen este tribunal han tenido un vínculo con el chavismo en el pasado, según Laura Louza, directorafundadora de Acceso a la Justicia.
Un declive en cámara lenta
Louza destaca la legitimidad de la selección de 33 magistrados -20 de ellos suplentes- en julio de 2017 por la entonces Asamblea Nacional, encabezada por Juan Guaidóde mayoría opositora. Todos ellos acabaron en el exilio por las amenazas del régimen de Maduro. Luis Manuel Marcano, quien fue uno de estos juecesahora vive en Chile, recuerda que «el problema de la independencia judicial» en Venezuela no es nuevo: «El país ya venía con una democracia debilitada [antes de 1999],lo que hizo Chávez fue generar un autoritarismo competitivoadueñarse de todos los poderes, en especial, del judicial, comprando juecesrealizando procesos de destitución. Este desmontaje del sistema judicial Maduro lo termina de rematar de manera muy salvaje, con mucha brutalidad, nombrando jueces sin formación».
Durante décadas, el chavismo introdujo reformas legalesnombramientos que le aseguraron el control del Tribunal Supremo de Justicia. Según el informe La toma del poder absoluto, de Acceso a la Justicia, el proceso se inició en agosto de 1999. Ese año, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) dictó un decreto de reorganización del Estado que «dio paso a la intervención de las instituciones». Se creó además una ‘comisión de emergencia judicial’, integrada por varios miembros designados por la ANC. Durante meses, esa comisión se «dedicó a suspenderdespedir jueces, fiscales, defensoresdemás funcionarios alegando hechos de corrupción o retardo judicial».
En 2004, el Parlamento, de mayoría chavista, aprobó una nueva Ley Orgánica del TSJ que aumentó de 20 a 32 el número de magistrados,reservó la mayoría de los puestos del Comité de Postulaciones Judiciales a legisladoresno a la sociedad civil. Este instrumento legal abrió las puertas para que el oficialismo terminara de cooptar al TSJ, ya que ingresaron como jueces exdiputados del PSUV, como Luis Velásquez Alvaray, Luis FranceschiCalixto Ortega; así como exembajadores del Gobierno de Chávez, como Gladys Gutiérrez, entre otros, recuerda Louza. Y agrega: «En ese proceso salieron los magistrados que no eran adeptos o mostraban independencia, así se produjo el secuestro definitivo de este poder».
A Louza no le extrañó el fallo del Supremo a favor de Maduro. Además, destaca que en este caso hubo una «usurpación» de funciones que corresponden al Consejo Nacional Electoral. Advierte además que los textos íntegros del Supremo, particularmente de la Sala Electoral, no se publican desde febrero. Tampoco se conoce quiénes han sido los expertos designados para auditar los resultados dados por el CNE: «Eso es claramente un rasgo de falta de transparencia».
EL PAÍS