El PRD cierra filas con Xóchitl Gálvez para la presidencia de México: «Vamos contigo»
MéxicoEl Partido de la Revolución Democrática (PRD) quiere que la candidata presidencial del Frente Amplio por México sea Xóchitl Gálvez. La dirigencia perredista ha entendido que es tiempo de definiciones en la coalición opositora y ha hecho público su respaldo a la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) en una conferencia de prensa este viernes. «Vamos contigo», dijo Jesús Zambrano, el líder del sol azteca. En la recta final de la carrera por la candidatura para las elecciones de 2024, los integrantes de la alianza han convertido el proceso interno en unas primarias partidistas: el PAN y el PRD se han volcado con Gálvez, mientras que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha cerrado filas con Beatriz Paredes, su militante. Está previsto que la ganadora se anuncie en nueve días, el próximo 3 de septiembre.
«Llegó la hora de demostrar de qué estamos hechos los que integramos el Frente», dijo Gálvez en un mensaje en el que agradeció el apoyo de la formación dirigida por Zambrano. La cúpula perredista explicó que se decantó por la senadora, que no tiene militancia formal en el PAN, porque cree que es la que mejor representa las banderas «libertarias y socialdemócratas».
En el acto, la aspirante fue arropada por otras figuras del partido de izquierdas, como el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, que también levantó la mano semanas atrás para ser el candidato del Frente. «Sí hay tiro con Xóchitl en 2024 , dijo el dirigente del PRD tras calificar a Gálvez como una mujer con «valentía, frescura y propuestas». «Sí hay una oposición real», agregó.
La decisión del PRD parece enterrar las diferencias que habían surgido con el Frente Amplio, después de que Aureoles y Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno de Ciudad de México, no pasaron el filtro impuesto durante la etapa de recolección de firmas. Tras la polémica, el partido anunció una pausa en su participación en la alianza, aunque después se reincorporaron.
El apoyo va más allá de una simple declaración de intenciones. El proceso de la oposición se definirá con una encuesta y una votación interna, cada una con un valor del 50%. Solo las personas que firmaron a favor de uno de los aspirantes de la coalición pueden participar en los comicios internos, previstos también para el 3 de septiembre. Está por verse si las más de 400.000 personas que respaldaron a Mancera y Aureoles finalmente siguen el llamado de Zambrano y acuden a las urnas para impulsar la plataforma de Gálvez.
El dirigente del PRD descartó una ruptura con el PRI. El tricolor fue el primero de los tres partidos en hacer explícito su apoyo a Paredes, una veterana de la política que ha sido senadora, diputada y presidenta nacional del partido. El cierre de filas de los priistas puso en alerta a los panistas, que negociaron desde el año pasado encabezar el proceso de la oposición para definir a la candidata. Esta semana, Santiago Creel, expresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, se bajó para no fragmentar a la base de militantes del PAN entre dos aspirantes. Se hizo público que la declinación de Creel, a partir de un pacto que ya tenía con Gálvez para favorecer al panista con más apoyos, no fue del agrado de Paredes, según confesó él mismo.
Lo que empezó como una pasarela de más de una docena de aspirantes ahora es una pugna entre dos mujeres. El desafío para el Frente es el mismo que para la coalición que encabeza Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador: que el proceso interno no ahonde las divisiones internas y, sobre todo, salir de los primeros días de septiembre con un frente unido. Unidad es la palabra mágica en ambos frentes políticos, en un país que no está acostumbrado a procesos democráticos intrapartidistas.
Gálvez, que se inició en política como simpatizante de la Liga Obrera Marxista, se ha presentado en los últimos días como la persona que puede aglutinar a todas las corrientes de la oposición. Quiere ser la candidata de los panistas, a pesar de no ser un perfil tradicional de derechas. Quiere ser la abanderada del PRD, pese a su pasado y presente panista. Quiere demostrar al PRI que una candidatura sin militancia no está condenada al fracaso, pese al precedente de José Antonio Meade en 2018. Y también quiere hacer un último intento por sumar a Movimiento Ciudadano a la coalición, el único partido con registro que no se ha alineado con ninguno de los dos bloques.
Enfrente está Paredes, que ya ha demostrado en los últimos foros de la coalición que es una rival competitiva y con tablas políticas de sobra. La definición de la candidatura del Frente será un termómetro del peso que tienen los tres aliados en la coalición y un primer simulacro de movilización de votantes antes de las elecciones de junio próximo, en las que también están en liza nueve gubernaturas y la renovación del Congreso. La próxima semana comienza el levantamiento de la encuesta del Frente Amplio, aunque las candidatas seguirán con sus campañas. En esos mismos días, Morena también empezará a medir las simpatías por sus corcholatas. El partido gobernante anunciará a su candidato o candidata el 6 de septiembre, tres días después que la oposición.
EL PAÍS