El futuro del trabajo para los jóvenes de América Latina
ArtigosOIT Noticias habló con Don José Manuel Salazar, Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan los jóvenes latinoamericanos en el mundo del trabajo dentro de la región.
¿Cómo ve el futuro del trabajo para los jóvenes de la región?
Cuando hablamos del futuro del trabajo un primer determinante es la demografía y esta nos dice que la población joven (de 15 a 29 años) de América Latina y el Caribe está experimentando una reducción desde fines de la década de los 90s, que se vuelve más pronunciada a partir del 2010.
Todavía en la actualidad la población joven es de un 29 por ciento de la población total y por eso se habla de que estamos viviendo un “bono demográfico”, pero ésta proporción se reducirá a un 22 por ciento en el 2050.
Un segundo determinante del futuro del trabajo es la tecnología. Una nueva ola de cambios tecnológicos exponenciales está impactando en múltiples frentes: la información y las telecomunicaciones, la automatización del trabajo del conocimiento, el internet de las cosas, etc. Es lo que el Foro Económico Mundial ha llamado la 4ª Revolución Industrial.
Son en realidad varias revoluciones que están teniendo grandes impactos en el mundo de la producción en todos los sectores. Y desde luego tendrá un impacto muy importante sobre las oportunidades de empleo para los jóvenes.
Cuando uno habla del mundo del trabajo, hay que recordar que estamos hablando también del mundo de la producción, y en esta materia en América Latina tenemos varios problemas serios: alta brecha de productividad, falta de diversificación productiva, gran predominancia de micro y pequeñas empresas, bajo contenido tecnológico de la producción. A menos que se incida sobre estos temas será difícil tener un desarrollo productivo más inclusivo y diversificado, y en consecuencia más empleos y de mayor calidad.
¿Cuáles son los impactos de la cuarta revolución industrial?
La 4ª revolución industrial está produciendo una transformación acelerada de las ocupaciones y en los requerimientos de habilidades: la demanda por nuevas calificaciones aumenta, y la obsolescencia de habilidades existentes se acelera. Además, muchas actividades rutinarias serán sujetas de robotización, o a sustitución por máquinas inteligentes.
El mundo tecnológico que emerge requiere de nuevas calificaciones, que podríamos llamar nuevas alfabetizaciones donde las habilidades del siglo XXI están en proceso de radical redefinición.
Aunque se abren grandes oportunidades que se pueden aprovechar con las respuestas correctas, es un hecho que la disrupción, la transformación acelerada de ocupaciones, y el riesgo de mayor desigualdad son también tres grandes retos cuando hablamos del impacto de las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo.
¿Cuál es la situación actual de los jóvenes en América Latina?
Hay aproximadamente 108 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años de edad en América Latina y el Caribe, lo cual representa el 18 por ciento de la población total.
De ellos, 37 millones sólo estudian, 35 millones sólo trabajan y 13 millones trabajan y estudian. Pero una proporción muy alta de los que trabajan o trabajan y estudian lo hacen en actividades informales, alrededor de un 56 por ciento.
21 millones de jóvenes son NiNis: ni estudian, ni trabajan. De este total 24 por ciento buscaba empleo y el resto, 76 por ciento no lo busca. Del total de NiNis que no buscan empleo, 11 millones se dedicaban a quehaceres domésticos, en su gran mayoría (91 por ciento) mujeres jóvenes. Esto posiblemente guarda relación con patrones culturales que limitan la inserción laboral de estas jóvenes.
Lo anterior deja 5.3 millones de jóvenes que no trabajan, ni estudian, ni tampoco se dedican a los quehaceres del hogar, éstos representan el “núcleo duro” de los jóvenes excluidos. En resumen, más de uno de cada cuatro de todos los jóvenes de la región están desempleados o son NiNis, y uno de cada dos que trabajan tiene trabajo informal.
¿Cuáles son las medidas que se pueden implementar para promover el empleo juvenil?
Educación de calidad y formación profesional para mejorar la empleabilidad y facilitar la transición de la educación al trabajo; políticas activas de mercado de trabajo, que comprenden servicios y programas de empleo, contratos especiales para los jóvenes y otros; la promoción del respeto a los derechos laborales y el trato no discriminatorio de los jóvenes; y políticas que estimulen y desarrollen la demanda de empleo por parte de las empresas, que van desde políticas de desarrollo y diversificación productiva hasta apoyo a PYMEs.
¿Qué papel tiene la colaboración y alianzas público – privada en la formación de empleo juvenil?
En todas las modalidades de programas para fomentar el empleo juvenil las empresas y las alianzas público-privadas tienen un papel esencial que jugar. Es un campo fértil para la responsabilidad social empresarial, pero es un tema que va mucho más allá que la responsabilidad social. Es algo que puede y debe ser central para el desarrollo competitivo de las empresas. Para ellas el reto es cómo incorporan las nuevas tecnologías en sus modelos de negocios para mantenerse sostenibles y competitivas en un mundo de rápida innovación.
¿Puede dar un ejemplo de cómo la Organización Internacional del Trabajo está promoviendo el empleo juvenil en América Latina?
El empleo juvenil es uno de los temas más importantes que abordamos como OIT en la región. Esto significa que hay contacto permanente con los países miembros, así como con los mandantes de nuestra Organización y las organizaciones de la juventud. Abordamos temas como la generación de políticas y estrategias para mejorar la empleabilidad de los jóvenes y la producción de conocimiento sobre los desafíos del empleo juvenil.
Un área de acción en particular podría ser el apoyo que ofrecemos desde la Oficina Regional a la creación de redes locales del GAN en América Latina. El GAN es la Red Mundial de Aprendizaje (Global Apprenticeship Network), una iniciativa que nació en OIT y que es liderada ahora por la Organización Internacional de Empleadores (OIE). Varias compañías multinacionales la lideran: Adecco, que tiene actualmente la Presidencia, Randstad, Samsung, Telefónica, Huawei, Erickson, Jindal Steel & Power, y otras. Hay mucho qué hacer para establecer y escalar buenos sistemas de aprendizaje en la región.
¿Qué características presenta el modelo de producción de América Latina y cómo éste puede afectar el futuro del Trabajo?
En materia de producción, América Latina se caracteriza por una falta de diversificación productiva con un alto grado de dependencia de la exportación de unos pocos productos primarios y materias primas además de la predominancia de micro y pequeñas empresas, donde se concentra el empleo informal.
Así, un determinante importante del futuro del trabajo son las políticas gubernamentales de desarrollo productivo, las cuales han estado soterradas ante la creencia de que el Estado no debe intervenir de ciertas formas en la economía.
Pero esa discusión ideológica es un obstáculo para acelerar el desarrollo, es importante desarrollar una visión pragmática conjunta, público-privada y tripartita sobre el futuro sobre la producción y el desarrollo productivo, lo cual es ni más ni menos, que una visión sobre el futuro del trabajo y el empleo para los jóvenes.
Organización Internacional del Trabajo (OIT)