El 86% de las mujeres brasileñas fueron acosadas en público
MujeresUn estudio publicado el viernes (20) por ActionAid, organización internacional de lucha contra la pobreza, muestra que el 86% de las mujeres brasileñas han sufrido acoso en público en sus ciudades. Se consideraron como acoso las acciones no deseadas, amenazantes y agresivas contra las mujeres, que pudieran configurar abuso verbal, físico, sexual o emocional.
La encuesta fue realizada por el Instituto YouGov en Brasil, India, Tailandia y el Reino Unido y escuchó a 2.500 mujeres mayores de 16 años en las principales ciudades de esos cuatro países. Los datos muestran que el acoso en espacios públicos es grave en otros países también. En Tailandia, fue experimentado por un 86% de las mujeres encuestadas; el 79% en la India y el 75% en Inglaterra.
En Brasil, 503 mujeres de las cinco regiones fueron entrevistadas en una muestra alineada al perfil de la población brasileña femenina, señalado por el censo poblacional del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Formas de acoso
En cuanto a las formas de acoso sufrido por las brasileñas, el silbido es el más común (77%), seguido de miradas insistentes (74%), comentarios de naturaleza sexual (57%) y insultos (39%). La mitad de las mujeres encuestadas en Brasil dijo que ya fue seguida en las calles, el 44% tuvieron sus cuerpos tocados, el 37% dijeron que hombres se exhibieron a ellas y el 8% fueron violadas en espacios públicos.
“Es casi una muy rara excepción una mujer no haya sufrido acoso en un espacio público. Es muy preocupante. La experiencia de miedo a ser acosada, a escuchar insultos, a recibir miradas, a ser seguidas, y hasta a la violación y al asesinato. Los datos son impresionantes si tenemos en cuenta que mitad de las mujeres dijo haber sido seguidas en las calles y la mitad dijo que tuvieron sus cuerpos tocados», comenta la representante de ONU Mujeres en Brasil, Nadine Gasman.
Desigualdad de género
Gasman dijo que los datos reflejan la desigualdad entre hombres y mujeres en la sociedad. “Es una cuestión de género, de entender que en la sociedad, la que sea, las mujeres no están consideradas como iguales a los hombres. La idea es que la mujer está subordinada, en casa, en el trabajo. Datos [de la Organización Mundial de la Salud] indican que una de cada tres mujeres sufre violencia doméstica. Para los hombres, los cuerpos y las vidas de las mujeres son una propiedad, que debe ser mirada, tocada, violada”, dijo.
Gasman cree que es necesario implementar políticas públicas específicas que garanticen la seguridad de las mujeres en los espacios públicos, como iluminación pública adecuada y transporte público exclusivo para ellas.
Falta represión
Suzana Borges, profesora de Derecho Civil en la Universidad de Brasilia, considera que no hay adecuada represión del acoso a mujeres en espacios públicos.
“Es un problema social, ya que, debido a una posición histórica de inferiorización, la mujer fue objeto de represión, violencia, no solo en los espacios públicos, sino también en los privados, dentro de la familia, en el hogar, en el trabajo”, dijo.
Borges dice que las mujeres necesitan denunciar las situaciones de acoso que experimentan en el cotidiano. “Debido a que se trata de una cuestión de género, la denuncia es un mecanismo que refuerza la protección.”
En la encuesta, también se les preguntó a las mujeres en cuáles situaciones sentían más miedo a ser acosadas. El 70% dijo que al caminar por las calles; el 69%, al salir o al llegar a casa después del anochecer, y el 68%, en el transporte público.
En comparación con otros países, el 43% de las mujeres escuchadas en Inglaterra y el 62% en Tailandia dijeron que se sentían más inseguras en las calles de sus ciudades. En la India, el espacio que más les da miedo es el transporte público, mencionado por el 65% de las entrevistadas.
Campaña
«Es muy preocupante que no hay una perspectiva de género en las ciudades, un plan que tenga eso en cuenta, como horarios, transportes y discusión del tema en las escuelas. Eso crea y perpetúa una cultura de violencia, estandarizada y normalizada, de que es parte del desarrollo masculino acosar a las mujeres, y eso no se cuestiona. La investigación muestra la naturalización de la violencia como una práctica muy arraigada. Existe una necesidad urgente y sectorial de hacer frente a eso”, dijo Glauca Arzua, coordinadora en Brasil de la campaña Ciudades Seguras para las Mujeres.
La campaña, lanzada por ActionAid en Brasil en 2014, tiene como objetivo promover la mejora de la calidad de los servicios públicos en las ciudades para convertirlas en espacios urbanos más receptivos a mujeres y niñas.
Arzua apunta a la educación como un aspecto fundamental para que se pueda revertir el marco del acoso en todo el mundo. “El enfoque educativo es clave para el enfrentamiento. Medidas que se llevan a cabo en Brasil, como vagones de tren separados, son paliativas, transitorias. Hay que romper esta cultura, lo que incluye campañas, formación de directivos, y sobre todo la creación de espacios para que la planificación de las ciudades tenga una perspectiva de género”, dijo.
Agencias de Noticias del Sur (Ansur)