Boric, a tres años del estallido social chileno: “Fue un clamor por mayor justicia, igualdad y el fin de los abusos”
ChileEn la efeméride de las revueltas que arrancaron el 18 de octubre de 2019, el mandatario de izquierda hace un llamamiento al diálogo político
Al conmemorarse tres años del estallido social en Chile del 18 de octubre de 2019, las revueltas que marcaron el destino de la política chilena y de su gente, se ha vivido una jornada marcada por las reflexiones, los debates intelectuales. Un día también marcado por las interrupciones en el transporte de la capital, menos tráfico que el habitual, el cierre anticipado de comercios y la preocupación de la ciudadanía por llegar temprano a sus hogares ante el riesgo de disturbios. Por la mañana, desde La Moneda, el presidente Gabriel Boric se refirió al estallido social: “Hace tres años, miles de personas se manifestaron expresando un malestar acumulado por largo tiempo que clamaba por mayor Justicia, igualdad y el fin de los abusos”, aseguró el mandatario, marcando su posición respecto de lo ocurrido, lo que en Chile sigue siendo un debate abierto.
En una intervención en solitario desde el Palacio de Gobierno, Boric aseguró que durante estos últimos tres años los distintos sectores políticos han intentado interpretaciones sobre octubre de 2019 y los eventos posteriores –manifestaciones masivas y mucha violencia–, pero que estas lecturas buscan “reafirmar nuestras creencias y convicciones previas”. “El 18 de octubre debiera desafiarnos a todos y todas y, en cambio, lo hemos usado como una razón para reafirmar lo que ya pensábamos desde antes”, agregó Boric, en alusión al debate caliente entre líderes de la opinión pública.
Mientras para algunos la crispación social se explica por las falencias mismas del modelo chileno y un clamor contra la desigualdad en diferentes niveles, para otros, como para el analista Carlos Peña, se trata de fenómenos complejos como la cuestión generacional y la aparición de los grupos medios y no de “una masa empobrecida en manos de un pequeño grupo de abusadores que de pronto se rebeló”.
Para Boric, según su intervención de esta mañana, “ya es tiempo de que salgamos de nuestra zona de confort para interpretar lo que allí pasó, las lecciones que debemos sacar de este proceso y actuar. El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, una pura ola de delincuencia. Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuesta”, continuó el presidente en un momento complejo de su mandato. El 4 de septiembre pasado, un 62% de la población rechazó la propuesta constitucional de la convención, en contra de lo que empujaba el Gobierno, y la popularidad del presidente se encuentra hoy en el nivel más bajo desde que asumió el pasado 11 de marzo: 27% aprueba su gestión, mientras un 65% la desaprueba.
“El estallido social expresó y trajo consigo mucho dolor y ha dejado enormes secuelas. No vamos a permitir que sea en vano. Como sociedad no podemos ser los mismos después de esta experiencia. No podemos cometer los mismos errores ni quedarnos arrinconados en nuestras cómodas veredas”, continuó Boric, que hizo un llamamiento a todos los sectores políticos, a la ciudadanía y al mundo empresarial a “hacer lo mismo”.
En una jornada donde con incidentes hasta ahora aislados y centrados en la capital –hubo un falso aviso de bomba, cortes de tránsito, instalación de barricadas en la zona cero de Santiago de Chile, la Plaza Italia, y varias interrupciones en la red de metro–, Boric se refirió a “las violaciones a los derechos humanos como daños oculares, agresiones sexuales y hasta muertes”: “No son aceptables”, manifestó. Junto con ello, sin embargo, el presidente dijo que “Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo para combatir la delincuencia y asegurar el orden público. No hay una dicotomía entre ambas posiciones y lo vamos a defender”, sostuvo el líder de un Gobierno al que le ha resultado especialmente complejo abordar el control de la violencia, justamente por las posiciones que expresaron desde el estallido social de 2019, cuando eran oposición a Sebastián Piñera, de la derecha.
En un momento especialmente convulsionado para la política chilena, cuando no ha salido humo blanco desde las distintas fuerzas con miras a un acuerdo para un nuevo proceso constituyente, Boric hizo un llamamiento al diálogo. “El pueblo de Chile no nos quiere ver peleando, sino solucionando”, aseguró, en un nuevo aniversario del estallido, el primero que Boric y su generación política viven desde La Moneda. “La política debe estar a la altura de las demandas y de los sueños de todo el país. No olvidemos que las grandes mayorías esperan que nos pongamos de acuerdo para solucionarles sus problemas cotidianos urgentes, el alza en el costo de la vida, la delincuencia, la falta de la vivienda, la oportunidad de la salud. Este es el momento de actuar”, manifestó Boric, en una jornada que Chile vive con cierta tensión y expectación por lo que pueda ocurrir por la tarde y la noche.
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