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La formación del mandatario chileno, que sobrepasó a los partidos de la centroizquierda y de la derecha en los anteriores comicios locales, se enfrenta a las urnas en un complejo momento del Gobierno de Boric

El partido chileno Frente Amplio (FA), que emergió en 2011 con las protestas universitarias, enfrenta en las elecciones municipales de este fin de semana una prueba clave para medir la fuerza de la formación del presidente Gabriel Boric tras dos años y medio en La Moneda. La cita electoral, de carácter obligatoria, llega en medio de la inédita crisis desatada por la denuncia por presunto abuso sexual y violación en contra de Manuel Monsalve, el subsecretario del Interior de la Administración de izquierdas —renunciado el pasado jueves—, quien estaba a cargo de la seguridad pública. Al tratarse de unos comicios locales, sin embargo, el cuestionado manejo que ha tenido el Ejecutivo sobre el grave asunto, debiera impactar marginalmente en las urnas, según los politólogos.

La vara que tiene el Frente Amplio es alta. En las municipales de 2021 pasó de no liderar ninguna comuna a ser el partido con mayor población gobernada de Chile. Además, le arrebató municipios emblemáticos a la derecha, como Maipú, con Tomás Vodanovic, la segunda comuna con más habitantes en el país (unos 520.000); Ñuñoa, en la zona oriente de Santiago, con Emilia Ríos, o Estación Central, al poniente, con Felipe Muñoz, tras un par de décadas en manos de la actual oposición. También triunfaron en Viña del Mar, con Macarena Ripamonti, y en otros cinco territorios. Lo hicieron apostando por figuras nuevas, en sus 30 años, en general ajenos al mundo político hasta entonces.

Con los resultados de los comicios de 2021, Boric, el entonces candidato presidencial del sector, recibió un nuevo impulso para su carrera a La Moneda. La elección municipal de ese año se dio en medio de la pandemia y con voto voluntario (participó el 43% del electorado). Además, se celebraba después de que la una abrumadora mayoría votara por cambiar la Constitución, la salida institucional que encontró el mundo político al estallido social de 2019. Incluso, el mismo fin de semana que se votó por las autoridades locales, también se eligió a los integrantes de la convención que redactaría la primera pospuesta constitucional, controlada por la izquierda dura, que luego fracasó en las urnas.

El escenario de las elecciones municipales y regionales de este fin de semana, en donde se definirán a los nuevos alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales (cores), es muy distinto en varios aspectos. Boric hoy es el presidente de Chile y estos comicios han sido tradicionalmente interpretados como un plebiscito a la coalición gobernante, al igual que las de medio mandato en Estados Unidos.

El proceso, que se realizará en dos días debido a su gran extensión, esta vez será con voto obligatorio para los 15 millones de electores, lo que suma un bolsón de unos cinco millones de apolíticos. Además, la izquierda se presenta con una lista única en los 345 municipios del país, donde están reunidos los 10 partidos de las dos coaliciones de Gobierno (Apruebo Dignidad, la alianza del Frente Amplio con el Partido Comunista y el Socialismo Democrático –liderado por el Partido Socialista, donde está el PPD del expresidente Ricardo Lagos–).y la Democracia Cristiana (DC), de la centroizquierda. En 35 comunas, la opción única de la izquierda es una figura del FA. También compite con 216 consejeros regionales y más de 800 candidatos a concejales.

A favor del Frente Amplio en las comunas que conquistó en la elección pasada está el que, según las estadísticas históricas, un alcalde que va a su primera reelección tiene mayores posibilidades de ganar. “El Frente Amplio es el que más ganó en las municipales anteriores y, por lo mismo, corre mayor riesgo de retroceder”, sostiene el analista electoral Pepe Auth en sus proyecciones. Postula que la formación del presidente chileno tiene bastante garantizado el triunfo de Maipú, Estación Central y Valdivia, además de una alta probabilidad en Peñalolén, un territorio en el suroriente de la capital, de unos 270.000 habitantes, que desde 2004 es liderado por la DC. Las más competitivas, y con resultado abierto que disputa el FA, según Auth, son Viña del Mar, Ñuñoa, San Miguel, Independencia y Quilicura.

“Su votación en alcaldes debería estar cerca de 750.000 votos y poco más del 9% de población gobernada”, estima el analista, considerando las 82 comunas mayores de 50.000 electores, que agrupan al 72% de los votantes. De cumplirse, la formación de Boric pasaría a liderar siete u ocho alcaldías. Actualmente, el Frente Amplio, con sus 10 alcaldes, es el partido con mayor población gobernada de Chile (15,9%). Los pronósticos generales indican que uno de los grandes triunfadores del fin de semana será Vodanovic, que busca la reelección en Maipú. Los expertos no descartan que sea el edil con mayor número de votos en todo el país.

El Servicio Electoral (Servel) dio luz verde el pasado mayo a la fusión de los partidos Convergencia Social (CS) —partido original del Boric— y Revolución Democrática (RD), los que hoy conforman el Frente Amplio. Su primera presidenta, la abogada Constanza Martínez, dijo en una entrevista a El País que las principales diferencias políticas con la exConcertación, la coalición de centroizquierda que gobernó entre 1990 y 2010, son “el cuestionamiento a las bases que se sentaron en la dictadura y cómo eso debiese ser revisado en torno al Estado subsidiario. Hay un Estado que hizo nichos de negocios con derechos y que tuvo una ausencia de mirada a cómo realmente se garantizaban. Hizo que el endeudamiento fuera el mecanismo para acceder a derechos como la educación, la salud e, incluso, las pensiones. Proponemos una democracia mucho más participativa, que permita que haya mayor involucramiento de la sociedad, y hay un aspecto referente a la concentración de la riqueza”. La fusión de las formaciones logró que el FA se convirtiera, con más de 61.000 militantes, en el partido con más inscritos en Chile.

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