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La presidenta del PS habla de las diferencias de fondo que hay dentro de la coalición de Boric, agudizadas por un operativo policial. Sobre la reforma de pensiones, dice que es “una obligación moral” sacarla adelante, y que la ministra Jeannette Jara (PC) “cuenta con todo el apoyo”

Si bien son varios los episodios controvertidos que el Partido Comunista (PC) ha tenido en 2023 y 2024 con el Gobierno de Gabriel Boric, pese a que es parte fundamental de su Administración, el último de ellos, generado tras las dudas que planteó el PC por un operativo policial en Villa Francia, en la zona sur de Santiago, y en el que Fiscalía halló armas y explosivos, tocó una fibra más profunda. Y ha dejado en una evidencia mayor las diferencias dentro del oficialismo de izquierdas, varias de ellas “de fondo”, como las posturas disímiles frente a los gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela, admite la presidenta del Partido Socialista (PS), la senadora Paulina Vodanavic (Santiago, 52 años), en esta entrevista con EL PAÍS.

Villa Francia es una zona emblemática para las izquierdas chilenas por la resistencia de sus pobladores al régimen de Augusto Pinochet (1973-1990). Varios parlamentarios y dirigentes del PC, entre ellos su presidente Lautaro Carmona, han criticado duramente el operativo: algunos lo catalogaron de un posible montaje; otros, que no correspondía a un Estado democrático de derecho e, incluso, se dijo que el procedimiento recordó a la peor época de la dictadura. En el foco de sus cuestionamientos ha estado el ministerio del Interior de Boric, que lidera la ministra Carolina Tohá, de la coalición Socialismo Democrático, quien dijo que las diferencias con el PC “han sido varias” y “complejas”, y que le preocupa esa “desconfianza” desde un partido oficialista.

Para Paulina Vodanovic, quien en el Senado es parte de la comisión de seguridad, en el telón de fondo del debate hay un hecho que no se ha despejado: la opinión del PC sobre el hallazgo de armamento en el operativo, en medio de la crisis de seguridad que vive Chile. “Espero escuchar al Partido Comunista condenar la violencia y la tenencia de armas en Villa Francia”, dice en su casa, en el municipio de Ñuñoa, en una muy fría tarde de Santiago de Chile.

Pregunta. ¿Qué reflejan, más allá de la coyuntura, las controversias del Partido Comunista dentro del oficialismo?

Respuesta. Hay una permanente crítica del Partido Comunista al gobierno en distintos ámbitos. Y, principalmente, esa fuerte crítica, que no compartimos desde el Partido Socialista, se visualizó a raíz de la agenda internacional del presidente [Boric]. Lo hemos hecho público, pues son temas más bien de fondo que tienen que ver con la defensa que hace el presidente a los derechos humanos en Nicaragua, en Cuba y cuando ha criticado el régimen venezolano.

P. Boric ha dicho dijo que las instituciones en Venezuela “están deterioradas”.

R. Claro, y que no responden a un Estado democrático de derecho, cosa que compartimos. Por lo tanto, aquí no son temas menores, sino más bien de fondo. Para mí hay una línea roja en dos temas: en la defensa y respeto de los derechos humanos, y en lo que dice relación con la violencia, que es algo que ha aparecido ahora respecto del llamado ‘caso Villa Francia’. Señalar que el Gobierno tiene participación, eventualmente; culpar al ministerio del Interior, o decir, con tanto énfasis, que aquí podría haber un montaje, sin ningún fundamento entiendo, porque de existir tendría que haber habido una denuncia criminal, es muy riesgoso para la institucionalidad democrática en nuestro país.

P. Son varias las controversias entre el PC y el Gobierno de Boric ¿Este último episodio es distinto?

R. Son todas caras de lo mismo: diferencias políticas de enfoque de temas importantes que aparecen en distintos minutos. Nosotros formamos parte de una coalición de gobierno, de una alianza con la que el presidente trabaja. Habiendo partidos tan disímiles al interior, no tengo problemas en que aparezcan diferencias, porque las entiendo consustanciales a la democracia. Pero, lo que sí me parece, es que estas diferencias no pueden ser permitidas solamente a un sector o a un partido político cuando hay otro, en este caso el Partido Socialista, que pone otra voz y es llamado al orden. O, como las palabras del propio Lautaro Carmona, con un poco de ‘ninguneo’.

P. Carmona dijo que a usted “nadie le ha dado categoría de politóloga entendida en el PC”. Eso, raíz de su opinión respecto de que pareciera “haber un PC que está en el Gobierno y uno que está en contra”.

R. Claro. Una cosa es la crítica política y, evidentemente, cuando yo tomo este rol, entiendo que puedo recibir una respuesta. Pero no puede ser en términos de ‘ninguneo’ ni de descalificación personal, sino más bien de la de dos presidentes de partidos.

P. Cuando hay voces del PC que señalan que el operativo en Villa Francia les recordó a la dictadura, y que pudo haber un montaje ¿No hay ahí algo mayor?

R. Por eso me preocupa que frente a un operativo en el marco de una investigación judicial de larga data, donde el Ministerio Público es el ente autónomo que decreta las diligencias que ejecuta la policía, pongamos el énfasis en un supuesto montaje del cual no hay fundamentos, y no en lo grave del hallazgo. Aquí se encuentran armas en poder de civiles en medio de una población, que, por cierto, es emblemática. Y no solo es emblemática para el Partido Comunista, pues en allí en la dictadura se hizo resistencia y todos tenemos una alta valoración de la figura de Luisa Toledo, madre de los hermanos Vergara Toledo [asesinados en 1985]. Por lo tanto, todos los que vivimos la dictadura tenemos un alto respeto a Villa Francia, así como a La Victoria. Pero eso no quiere decir que no tengamos que preocuparnos y condenar la tenencia de armas en poder de civiles en medio de una población.

P. Usted ha dicho que falta hablar de ese hallazgo en Villa Francia en el marco de la crisis de seguridad que vive Chile.

R. Me llama la atención que nadie ponga el énfasis en lo realmente importante cuando estamos en un esfuerzo de Estado de persecución al crimen organizado, al terrorismo, al narcotráfico. Y no sabemos por qué esas armas están ahí…Tenemos un gobierno que ha hecho un gran esfuerzo por entregar recursos a las policías. Estamos discutiendo también un proyecto de fortalecimiento del Ministerio Público, con urgentes recursos; hemos dictado más de 50 leyes en materia de seguridad solo en el último año. Por eso digo que es un esfuerzo del Estado, porque aquí están comprometidos los poderes del Estado, el Ministerio Público y las policías. Es un esfuerzo conjunto de toda la institucionalidad, con Aduanas y con el Servicio de Impuestos Internos, con las leyes que estamos haciendo para seguir la ruta del dinero. Pero si ese esfuerzo no tiene también aparejado un reconocimiento o un respaldo social, es complejo. Si hay quienes validan la violencia, la tenencia de armas o de explosivos en democracia, es un riesgo.

R. ¿Qué espera del PC en ese sentido?

R. Me gustaría escuchar una opinión del Partido Comunista, no de sus representantes en el Parlamento, sino que del propio partido en orden a cuál es su posición frente a esto en un régimen democrático, de un gobierno del que, además, forma parte activa. Es decir, frente a la violencia y, precisamente, a lo que significa que dentro de una población civil se haya hecho ese hallazgo.

“El gobierno habló a través de la ministra Tohá”
P. ¿Cómo se convive en una coalición con diferencias sustanciales? Ha mencionado que hay posturas disímiles en oficialimo con respecto al PC sobre Nicaragua, Cuba, Venezuela.

R. Cuando se habla de que hay conflictos, o que no podemos hacer cuestión por temas menores, para mí no son menores. Por el contrario, son temas fundamentales la defensa y respeto a los derechos humanos en todas partes del mundo, en toda circunstancia y lugar, y la condena y el rechazo a la violencia. Entonces, son dos temas fundamentales sobre los cuales no podemos soslayar.

P. ¿Son temas que se conversan dentro de la coalición o van a seguir conviviendo como que no pasara nada?

R. Son temas que pareciera ser que cuando uno quiere hablarlos, se prefieren pasar por alto o indicar que se trata de diferencias menores. Para mí, insisto, son fundamentales.

P. ¿Qué le parece el silencio del presidente Boric frente a este conflicto con el PC?

R. El gobierno habló a través de la ministra Tohá. Tanto ella como la ministra Camila Vallejo [la portavoz del Gobierno y militante del PC] fueron bastante explícitas en relación a esta acusación de montaje. Así es que el Gobierno habló y habló claro.

P. Con tantas diferencias de fondo ¿qué viene en adelante en la coalición oficialista?

R. El PC ha dicho que la voluntad de ellos es permanecer en coalición, pero aquí no solamente se requiere la voluntad manifestada, sino que es una voluntad real de construir acuerdos, de respetar al otro, de no acusar sin fundamento, sino más bien un espíritu de coalición que yo creo que no está presente.

Jara y la reforma de pensiones
P. ¿Cuánto afecta esta controversia a la ministra de Trabajo Jannette Jara (PC) cuando está en momentos cruciales de tratar de sacar adelante la reforma de pensiones?

R. Yo no me referiría a una ministra en particular. Solo digo que hay grandes tareas como país y, como coalición de Gobierno tenemos que apoyarlas. Hoy, aparte de la seguridad, que es fundamental, la seguridad social es el gran dolor que tiene Chile. Las pensiones, en particular la de las mujeres, son una vergüenza; y nos tienen que doler transversalmente. Si no somos capaces como país darles una solución, es un fracaso del país, de manera tal que no ayuda en esta tarea que los partidos que tenemos que estar, precisamente empujando, y con toda la dificultad que tiene no estar en mayoría en ninguna de las dos cámaras, además nos distraigamos en otros temas.

P. En una entrevista con EL PAÍS, el economista socialista, Óscar Landerretche, dijo que si el Gobierno logra sacar un acuerdo previsional, será “casi un milagro legislativo”.

R. Creo que hay que hacer que los milagros ocurran. Y, reitero la preocupación, particularmente, de las mujeres en Chile. Aquí hay una obligación moral de la política de hacerse cargo de este problema y darle una solución, de manera tal que la defensa acérrima del sistema de AFP [Administradoras de Fondos de Pensiones] por parte de un sector de la derecha, no solo no es incomprensible, sino que, a estas alturas, inexplicable. Nosotros tenemos que hacer todos los esfuerzos, y la ministra Jara sabe que cuenta con todo el apoyo del Partido Socialista y de nuestros parlamentarios, para poder sacar adelante esta tarea, que vamos a seguir impulsando con toda la fuerza y apoyándola a ella también.

EL PAÍS