La expresidenta Michelle Bachelet anuncia su voto en contra en el plebiscito: “Chile no se merece una Constitución que nos divida”
ChileLa exmandataria socialista señala que la propuesta, que contó solo con el respaldo de las derechas, “pone un límite a lo que muchas mujeres han impulsado por décadas” y “no garantiza explícitamente” los derechos y deberes de niñas, niños y adolescentes
La expresidenta socialista Michelle Bachalet, quien ha gobernado Chile en dos periodos (2006-2010, 2014-2018), ha anunciado esta tarde su voto en contra de la nueva Constitución que será plebiscitada el próximo 17 de diciembre. Entre sus argumentos señala que el texto, que contó solo con los votos de las derechas que eran parte del Consejo Constitucional, “desafortunadamente, en lugar de unir, esta propuesta parece dividirnos y tampoco nos entrega más seguridad”.
Bachelet arrancó su declaración señalando a las chilenas y chilenos que “hoy quiero hablarles desde el corazón, como una más de ustedes, sobre nuestras preocupaciones con la propuesta de nueva Constitución”. Y se refirió, como primer tema de su preocupación, a “los derechos de nosotras las mujeres”. “Esta propuesta pone un límite a lo que muchas mujeres han impulsado por décadas; una verdadera protección estatal, y un debate amplio sobre temas críticos tales como la igualdad salarial, los derechos reproductivos, la participación igualitaria. Debemos ir más allá, ampliando estos derechos, no limitándolos”, señaló.
Michelle Bachelet es la segunda exmandataria chilena que se pronuncia en contra. El 4 de noviembre, también anunció la misma postura el expresidente socialista Ricardo Lagos (2000-2006), quien en una entrevista con EL PAIS dijo que “estoy por el rechazo, porque no veo que esta propuesta constitucional nos ayude a cohesionarnos como chilenos, como sociedad. Es un texto que, a pesar de todo lo que hizo la Comisión de Expertos en favor de lograr un consenso, fue desarticulado en la etapa final por el Consejo Constitucional”.
En cambio, el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), de la derecha tradicional, ha manifestado su voto favor en el referéndum. “La aprobación de una nueva y buena Constitución en plena democracia es un gran aporte a la estabilidad política y a la capacidad de nuestro país de lograr el desarrollo”, dijo en una entrevista a El Mercurio a mediados de octubre. Y catalogó el texto como “infinitamente mejor” que la Carta Fundamental actual.
Este es el segundo intento de Chile en cuatro años de cambiar la actual Carta Fundamental. El país sudamericano debió emprender un nuevo proceso en 2023 luego que la anterior propuesta fuera rechazada por un 62% de la ciudadanía.
La propuesta que hoy rechaza Bachelet contó con 33 votos a favor de las derechas y 17 en contra del oficialismo, lo que reflejó falta de consenso político. La principal fuerza política al interior del Consejo Constitucional fue el Partido Republicano, de la extrema derecha, que tenía 22 de los 50 asientos en el órgano.
La nueva propuesta de Constitución ha sido catalogada por las izquierdas desde hace meses con dos conceptos: identitaria y dogmática. Entre los principales puntos que le critican es que, si bien se consagró en el texto el Estado social, que ha sido su aspiración histórica, no quedó tal cual como querían. Las derechas, con su mayoría, lograron mantener en el texto también el modelo de Estado subsidiario, que está implícito en la Carta Fundamental vigente, y que ratifica un papel clave a los privados en la provisión de derechos sociales, como en el sistema de pensiones y salud. Se suma otra norma aprobada que señala que “la ley protege la vida de quien está por nacer”, una de las más complejas para este sector que prevé que podría colisionar con la ley aborto tres causales que rige desde 2017 en Chile.
Niñez y adolescencia
En su declaración, a sus cuestionamientos respecto de los derechos de las mujeres, la exalta comisionada Alta Comisionada de las Naciones Unidas, agregó que la propuesta de Constitución “no garantiza explícitamente sus derechos y deberes” de “nuestros niños, niñas y adolescentes” que “son el futuro de Chile”. “Esto es preocupante especialmente para aquellos que están en situaciones de vulnerabilidad o abandono”.
Y, continuó: ”En general mi preocupación, y estoy segura que la de muchos, es que esta propuesta no nos une como país. He conversado con mucha gente, tanto ciudadanos como expertos, y todos reconocen los riesgos y peligros de este texto”.
“No quiero dejar mi preocupación por la situación de seguridad en nuestro país, un desafío que trasciende gobiernos y exige la unidad de toda la sociedad. Esta unidad, crucial para enfrentar temas de Estado, es lo que esperábamos de una nueva propuesta constitucional. Desafortunadamente, en lugar de unir, esta propuesta parece dividirnos y tampoco nos entrega más seguridad. Por estas y otras razones, votaré en contra. Chile no se merece una Constitución que nos divida”, agregó.
Todo el oficialismo rechaza
La nueva propuesta de Constitución fue entregada al presidente de izquierdas Gabriel Boric el 7 de noviembre en un acto muy sobrio en el que convocó oficialmente al próximo plebiscito. Aunque el Ejecutivo ha tomado una postura de prescindencia frente al texto, durante el proceso constitucional, que se desarrolló entre junio y octubre, se hizo evidente su incomodidad con el texto. Ese día, el mandatario dijo que “Chile debe decidir si esta es una propuesta que nos une”.
Los partidos del oficialismo también han llamado a votar en contra. Lo han hecho el Partido Socialista, el Partido por la Democracia, el Partido Comunista y también el Frente Amplio, el conglomerado del presidente Boric.
Las izquierdas chilenas se han encontrado en una disyuntiva, pues esta propuesta que se votará dentro de un es para reemplazar la Constitución vigente que, aunque ha tenido más de 60 modificaciones desde 1989, fue dictada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Y ese ha sido uno de los principales argumentos del oficialismo, desde hace años, para intentar cambiarla, pues consideran que tiene un pecado de origen.
Sin embargo, hoy apoyan, precisamente, la Constitución que han querido cambiar tres veces. El primer intento provino de un proyecto de la propia expresidenta Bachelet, quien lo envió al Congreso cuando dejó el Gobierno, pero no tuvo respaldo político.
La segunda propuesta fue rechazada por una amplia mayoría en el plebiscito de septiembre de 2022. Entonces, Bachelet, aunque admitió que se requerirían reformas, apoyó esta propuesta de Constitución. “No es perfecta, más se acerca a lo que siempre soñé”, dijo en 2022 parafraseando una canción del cantante Pablo Milanés.
EL PAÍS