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El Consejo Electoral ecuatoriano convocó oficialmente las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas para el próximo 20 de agosto. Los ajustados tiempos han hecho correr a la autoridad electoral que debe desarrollar los comicios en 90 días, cuando normalmente se tomaría un año. También los partidos y movimientos políticos tienen prisa y están a la búsqueda de candidatos y algunos candidatos a la búsqueda de partido. Es un escenario atípico, al que se refirió el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, cuando aseguró que el decreto de muerte cruzada que firmó hace una semana «cuenta con la aprobación de más del 80% de los ecuatorianos».

Lasso aseguró que, después de una decisión que considera histórica, «nunca más un presidente de la República quedará a merced de una Asamblea que dedique su tiempo a conspirar». El mandatario dio su segundo y último informe a la Nación sin la presencia de los legisladores, que fueron destituidos después de que él decidiera aplicar una herramienta constitucional para disolver el poder Legislativo. Lasso estaba en medio de un juicio político cuando firmó el decreto y pidió el adelanto electoral.

Angélica Abad, docente de la Universidad de Cuenca y miembro de la Red de Politólogas de Ecuador, asegura que hay «candidatos de todo tipo, de derecha, de centro, de izquierda y de nada. Todos con lados cuestionables y con lados que se pueden resaltar. Y en medio de todo, está la ciudadanía desafecta porque no se avizora ningún cambio radical, ni una verdadera satisfacción de las grandes demandas».

La crisis de los partidos políticos y los tiempos juegan en contra en estas elecciones, en las que aún no ha arrancado la campaña electoral y ya seis nombres ya suenan para llegar a Carondelet. El primero en confirmar su precandidatura fue el exlegislador Fernando Villavicencio, quien presidió la comisión que trató el juicio político contra el presidente y que fue criticado por la oposición por su actuación «sesgada». Villavicencio se presenta como el político que acabará con la corrupción en el Estado. Daniel Noboa es otro de los asambleístas destituidos y aspira lograr lo que su padre, el empresario Álvaro Noboa, no consiguió en las cinco ocasiones que postuló a la presidencia de la República.

La gran sorpresa es Jan Topic, un joven empresario, sin experiencia en la política, que ha sido soldado de la Legión Extranjera Francesa, combatió en África, Siria y Ucrania y tiene una empresa de tecnología. Ha expresado su admiración a las prácticas para combatir la inseguridad del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. «Tengo el plan, el equipo y la decisión para devolverle la paz, la salud y el empleo al Ecuador», dijo Topic en el video que publicó en redes sociales donde anunciaba su precandidatura.

El partido del expresidente Rafael Correa todavía no ha anunciado su candidato, y el movimiento indígena está dividido entre tres postulantes, la pieza segura que alcanzó el tercer lugar con un margen muy ajustado en las elecciones pasadas, Yaku Pérez, el líder de la Conaie que ha empujado los dos últimos paros nacionales, Leonidas Iza, y el exlegislador Salvador Quishpe.

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El exvicepresidente Otto Sonneholzner también ha expresado su interés en participar, e incluso el mismo Guillermo Lasso, según su grupo político, no descarta aceptar una posible reelección, pero dependerá de su estado de salud. Después del informe a la Nación, Lasso viajó a Estados Unidos para una nueva intervención médica.

El próximo gobernante, que será posesionado en noviembre, solo estará en el poder un año y medio, para concluir el mandato hasta mayo de 2025 que se interrumpió por el decreto de muerte cruzada. Se trata de una fuerte apuesta para los partidos y candidatos que se presenten porque «el tiempo es corto para hacer algo, en política pública, seis meses, un año pasan rapidísimo, la burocracia es lenta y se necesita del Legislativo», dice Abad, quien recalca que cualquiera de los candidatos que llegue a la presidencia necesitará de la Asamblea para poder gobernar.

El escenario de mayor incertidumbre está en la Asamblea, donde los legisladores que fueron destituidos pueden volver a postularse al mismo cargo. Algunos han expresado su interés por sentarse nuevamente en el curul del que fueron removidos. La etapa de inscripción de candidaturas iniciará el 28 de mayo, los partidos tendrán 14 días para cumplir con los requisitos y solo ocho días para convencer a los ecuatorianos de que voten por ellos en el periodo de campaña política.

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