El porvenir de una ilusión: clases medias en América Latina
América LatinaEl porvenir de una ilusión: clases medias en América Latina
Cecilia Güemes
Ludolfo Paramio
Los gobiernos se alegran cuando los indicadores reflejan el aumento de las clases medias, y los ciudadanos no dudan en autocalificarse de clase media cuando existe alguna posibilidad de hacerlo. ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ilusión en la clase media? ¿Qué diferencia a las nuevas clases medias de las tradicionales? ¿Qué dicen los datos sobre las clases medias latinoamericanas?
Hubo un tiempo que fue hermoso… América Latina soñaba con convertirse en una región de clases medias. Ya no sería vista como una zona del mundo pobre, atrasada, subdesarrollada y tercermundista (adjetivos todos políticamente incorrectos, pero que perviven en el imaginario colectivo). El crecimiento económico y las políticas sociales sembraban esperanzas de tipo económico (aumento del consumo, oportunidades de negocio y emprendimiento), social (superación de la pobreza y reducción de la desigualdad), político (profundización y consolidación de las democracias y reconocimiento de nuevos derechos) y cultural (visibilización de nuevas identidades).
La idea de clase media operaba como premio y conquista, se superaba un reto político y social histórico de la región como era la pobreza y se compartía en el imaginario colectivo la aspiración a una mejora generalizada. Todos eran conscientes de que la idea de clase media era compleja e indeterminada, pero aun así era atractiva y necesaria para creer y construir un futuro.
Tradicionalmente, la clase media se dibuja como un grupo social heterogéneo que incluye a personas con posiciones muy distintas en la estructura productiva1 pero que, de alguna manera, se suponen unificadas por una identidad social, características culturales y/o cierto nivel de ingresos medios. La categoría «nuevas clases medias» agrega más complejidad a la materia, en tanto se refiere a quienes han dejado de ser pobres y han experimentado movilidad social ascendente gracias a programas de transferencia condicionada, pero cuya situación es inconsistente, precaria o vulnerable. Se trata de hogares donde el ingreso total familiar es superior al de los pobres (sus integrantes pueden comprarse una moto o nuevos electrodomésticos, o irse de vacaciones) pero que, en general, dependen del autoempleo o de un trabajo que no está regido por contrato ni goza de cobertura de seguridad social, y cuya capacidad de ahorro es muy limitada, cuando no nula2.
Los gobiernos sabían que la mejora en el poder adquisitivo no transforma automáticamente la estructura social, pero de todas maneras se sentían orgullosos de sus logros y auguraban bienestar futuro con datos en la mano: tres de cada diez personas podían considerarse de clase media en 2009 (Banco Mundial)3; los hogares de clase media habían pasado de 26% en 1996 a 32,5% en 2006 (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal)4 y 70% de los ciudadanos se reconocía como de clase media o media baja en 2011 (Latinobarómetro). El cuadro de la página siguiente ilustra la evolución actual de las clases medias en la región. En términos objetivos, parece confirmarse la tendencia al alza de las clases medias. En términos subjetivos, no. Sabemos que la compulsión a calificarse de clase media obedece a la necesidad de no sentirse pobre pero tampoco rico y a un criterio de distinción que se utiliza para diferenciarse culturalmente, pero poco se conoce sobre los mecanismos que conducen a un sujeto a sentirse de clase media. ¿Qué representación social, razones o motivos conducen a un individuo a autodefinirse en esa categoría? Especialmente interesante es el caso de Argentina, donde la percepción de pertenecer a la clase media desciende de modo más abrupto que en el resto de la región, mientras que la percepción de ser de clase media-baja se incrementa (v. gráfico). Los datos sugieren una especie de trasvase de la clase media a la media-baja.A fines del siglo pasado, en Argentina se hablaba de una caída escalonada, astillamiento y pauperización de las clases medias y de la conversión de buena parte de ellas en «nuevos pobres». Esta dualización o quiebre dentro de la clase media se asociaba a los ganadores y perdedores de la globalización y al desarrollo de políticas neoliberales5. Evolución de la autoafiliación de clase en Argentina (2011-2018)6
Más allá de la pérdida de atractivo de los relatos globales en torno de la idea de clase media, una clave explicativa para la caída en la autopercepción puede tener que ver con la frustración de expectativas sociales (tengo mucha educación pero no encuentro trabajo) y la desilusión política (la democracia prometió mucho más de lo que luego cumplió)7. Desde otra perspectiva, también puede que exista entre quienes saben que son parte de la clase media un deseo de activar una nueva referencia identitaria y liberarse de las etiquetas negativas asociadas a la «psicología» o el «arquetipo» histórico de las clases medias tradicionales («mediopelo», conformistas, individualistas y superficiales)8.
En los párrafos que siguen caracterizamos a las «nuevas» clases medias latinoamericanas centrando la atención en perfiles, actitudes, comportamientos y demandas. El objetivo es múltiple. Primeramente, interesa destacar las peculiaridades de las nuevas clases medias en términos culturales e identitarios, diferenciándolas de las clases medias tradicionales. En segundo lugar, se describen las razones estructurales que motivan a que las nuevas clases medias se sientan «clases a medias». En tercer término, se presentan las percepciones y actitudes de las clases medias, centrándose en el enojo de estas frente a la ineficiencia institucional, la baja calidad en los servicios públicos, la corrupción y la inseguridad. Por último, se describe su pragmático y errático comportamiento político9.
- 1.A la clase media se la asimila por una parte a los obreros (por estar excluida de los medios de producción), pero también a los capitalistas (por ejercer autoridad supervisora y, por tanto, participar en la función global del capital) y se destacan sus «posiciones contradictorias» en las relaciones de clase. Val Burris: «La síntesis neomarxista de Marx y Weber sobre las clases» en Zona Abierta NO 59-60, 1992; Eric Olin Wright: «Reflexionando, una vez más, sobre el concepto de estructura de clases» en Zona Abierta NO 59-60, 1992.
- 2.L. Paramio: presentación del seminario internacional «Clases medias y agenda política en América Latina», Centro de Ciencias Sociales y Humanas-Consejo Superior de Investigación Científica, Madrid, 14/2/2013; y L. Paramio: Clases medias y gobernabilidad en América Latina, Fundación Pablo Iglesias, Madrid, 2010.
- 3.Se consideraba de clase media a todos aquellos que tenían un consumo de entre 10 y 50 dólares por día. Francisco H. G. Ferreira, Julian Messina, Jamele Rigolini, Luis-Felipe López-Calva, Maria Ana Lugo y Renos Vakis: La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina, Banco Mundial, Washington, dc, 2013.
- 4.La Cepal considera de clase media los hogares en los que el ingreso supera cuatro veces la línea de pobreza per cápita urbana y es inferior al valor del percentil 95. Los datos reflejan la media de los diez países incluidos en el informe: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Perú y República Dominicana. Rolando Franco y Martín Hopenhayn: «Las clases medias en América Latina: historias cruzadas y miradas diversas» en R. Franco, M. Hopenhayn y Arturo León (coords.): Las clases medias en América Latina: retrospectiva y nuevas tendencias, Cepal – SEGIB / Siglo Veintiuno, Ciudad de México, 2010.
- 5.Alberto Minujin y Gabriel Kessler: La nueva pobreza en la Argentina, Planeta, Buenos Aires, 1995; Maristella Svampa: «Clases medias, cuestión social y nuevos marcos de sociabilidad» en Punto de Vista NO 67, 2000; Manuel Mora y Araujo: «La estructura social de la Argentina: evidencias y conjeturas acerca de la estratificación actual», Serie Políticas Sociales NO 59, Cepal / Naciones Unidas, Santiago de Chile, 2002.
- 7.Liliana de Riz: «El apetito de progreso de las clases medias: un tiempo de reformas para Argentina» en L. Paramio y C. Güemes: Las nuevas clases medias: ascenso e incertidumbre, CEPC, Madrid, 2017.
- 8.Sergio Visacovsky y Enrique Garguin (eds.): Moralidades, economías e identidades de clase media. Estudios históricos y etnográficos, Antropofagia, Buenos Aires, 2009.
- 9.C. Güemes: «Aurea mediocritas: crecimiento, características y papel de las nuevas clases medias en Latinoamérica» en L. Paramio y C Güemes: Las nuevas clases medias latinoamericanas: ascenso e incertidumbre, cit.
- 10.Ana Wortman: «Las clases medias argentinas, 1960-2008» en R. Franco, M. Hopenhayn y A. León (coords.): ob. cit.
- 11.Roberto Laserna: «Clases medias en la Bolivia urbana» en Daniel Moreno et al.: Chicha y limonada. Las clases medias en Bolivia, CERES / Plural, La Paz, 2018.
- 12.María Teresa Zegada: «Clases medias emergentes» en D. Moreno et al.: ob. cit.
- 13.Rolando Arellano Cueva: «Valores e ideología: el comportamiento político y económico de las nuevas clases medias en América Latina» en Alicia Bárcena y Narcís Serra (eds.): Clases medias y desarrollo en América Latina, Naciones Unidas, Santiago de Chile, 2010.
- 14.María Hermínia Tavares de Almeida y Emmanoel Nuñes de Oliveira: «Nuevas capas medias y política en Brasil» en L. Paramio: Clases medias y gobernabilidad en América Latina, cit.
- 15.OCDE-CEPAL: Perspectivas económicas de América Latina 2013. Políticas de PYMES para el cambio estructural, LC/LG 2545, OCDE / Cepal, 2012.
- 16.Jorge Resina: «Clases medias en Ecuador: Entre la ilusión del Buen Vivir y el mito del desarrollismo» en L. Paramio y C. Güemes: Las nuevas clases medias: ascenso e incertidumbre, cit.
- 17.OCDE: Latin American Economic Outlook 2011: How Middle-Class Is Latin America?, OECD Publishing, París, 2010.
- 18.R. Franco y M. Hopenhayn: ob. cit.; Glenita Amoranto, Natalie Chun y Anil Deolalikar: «Who are the Middle Class and What Values do they Hold? Evidence from the World Values Survey», Working Paper No 229, Asian Development Bank, Manila, 2010.
- 19.Miguel Székely Pardo: «Transferencias condicionadas y cohesión social en América Latina» en Guillermo Fernández del Soto y Pedro Pérez Herreros (coords.): América Latina: sociedad, economía y seguridad en un mundo global, IELAT/ CAF / Marcial Pons, Madrid, 2013.
- 20.L. Paramio: «Conclusiones» en L. Paramio y C. Güemes: Las nuevas clases medias latinoamericanas: ascenso e incertidumbre, cit.
- 21.Cepal: Panorama social de América Latina 2014, Naciones Unidas, Santiago de Chile, 2014.
- 22.María Esther del Campo, C. Güemes y L. Paramio: «‘I Can’t Get No Satisfaction’. Servicios públicos, democracia y clases medias en América Latina» en América Latina Hoy vol. 77, 2017.
- 23.John A. Booth y Mitchell A. Seligson: The Legitimacy Puzzle in Latin America: Political Support and Democracy in Eight Nations, Cambridge UP, Nueva York, 2009; C. Güemes y L. Paramio: «‘Knockin’ on Heaven’s Door?’ Desempeño de las democracias, protesta social y clase medias en América Latina» en El impacto electoral de las clases medias emergentes en América Latina, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2015; Jaime Fierro: «Clase media y democracia en América Latina» en Perfiles Latinoamericanos vol. 23 NO 46, 2015.
- 24.A. Hirschmann y M. Rothschild: «The Changing Tolerance for Income Inequality in the Course of Economic Development» en The Quarterly Journal of Economics vol. 87 NO 4, 1973. El efecto túnel refiere a la sensación que experimenta un individuo en contextos de crecimiento económico respecto a su posibilidad de movilidad social. El individuo que tiene poca información sobre su futuro mientras sus familiares, conocidos y amigos mejoran su posición económica y social se siente como si estuviera atascado en un túnel y viera los coches de la fila de al lado avanzar. Frente a esto, el sujeto tiene expectativas de que en algún momento le tocará el turno, por tanto se alegra del crecimiento de los otros y esta gratificación de momento suspende la envidia. Si al cabo de un tiempo la persona no logra avanzar, mientras que las otras ya lo hicieron, esto la coloca en peor posición, ya que durante un periodo se sintió alegre pero ahora se siente mucho peor. Su posición relativa ha empeorado, perderá esperanzas y se convertirá en un enemigo del orden.
- 25.L. de Riz: ob. cit.
- 26.M. H. Tavares de Almeida: «Capas medias, protesta y agenda pública» en L. Paramio y C. Güemes: Las nuevas clases medias latinoamericanas: ascenso e incertidumbre, cit.
- 27.D. Moreno: «Aspiracionales, reales o imaginarias: las clases medias en Bolivia» en D. Moreno et al.: ob. cit.; M. T. Zegada: ob. cit.
- 28.Sigmund Freud: El porvenir de una ilusión [1927], Biblioteca virtual Omegalfa, 2016.NUEVA SOCIEDAD