BLOG

El Senado brasileño instaló formalmente la comisión de investigación parlamentaria —CPI, por su sigla en portugués— que investigará los posibles delitos cometidos por el Gobierno de Jair Bolsonaro en la gestión de la pandemia del COVID-19.

En su discurso inaugural, el relator de la comisión, el senador Renan Calheiros, aseguró que el grupo de trabajo tendrá como objetivo «señalar a los responsable del cuadro sepulcral» que vive Brasil, con casi 400.000 muertos por COVID-19.
«El país tiene derecho a saber quién contribuyó a que haya miles de muertes, y deben ser culpabilizados rápidamente», afirmó.

El senador aseguró que hay un riesgo real de que este país quede aislado del resto del mundo, en una especie de «apartheid sanitario» y lamentó que nadie quiera a los brasileños cerca.»Ante esta tragedia no podemos dejar de señalar a los responsables, ellos existen y transitan entre nosotros buscando ser invisibles y derivar responsabilidades, algo imposible», dijo y añadió que «hay culpables, por omisión, desidia o incompetencia y serán responsabilizados».El relator aseguró que «esa será la respuesta concreta» para conectarse con el planeta y recordó que «los crímenes contra la humanidad no prescriben jamás».

Calheiros no mencionó directamente a Bolsonaro, pero citó como ejemplos de la Historia a Milosevic y Pinochet.
La CPI del COVID-19 está formada mayoritariamente por senadores de la oposición al Gobierno o imparciales, por lo que se espera que a lo largo de los próximos meses genere cierto desgaste al Ejecutivo.

La primera reunión importante tendrá lugar el 28 de abril, cuando muy probablemente se pedirá la comparecencia del actual ministro de Salud, Marcelo Queiroga, y de sus predecesores (Eduardo Pazuello, Nelson Teich y Luiz Henrique Mandetta).

Otro de los objetivos prioritarios de la comisión será investigar todas las ocasiones en las que el Gobierno de Bolsonaro rechazó las ofertas para comprar vacunas contra el COVID-19.

Sputinik News