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Jorge Rivera Staff, miembro del PRD

Luego de 10 largos años durante los cuales la corrupción, el autoritarismo, el clientelismo, la ineficiencia y la improvisación han sido las principales directrices en el manejo de la nave del Gobierno, finalmente el pueblo panameño está a punto de dar un giro a esta realidad, por medio de los votos en mayo de este 2019.

Esta década, en la cual la deuda pública ha triplicado su monto, en donde el costo de la vida se ha disparado, años en los que se han robado no cientos, sino miles de millones del pueblo para engrosar cuentas de unos cuantos políticos y empresarios allegados al poder.

Diez años durante los cuales la planilla estatal se convirtió en un botín político para nombrar amigos, parientes y copartidarios, sin tomar en cuenta el perfil ético, profesional o técnico necesario para desarrollar programas o proyectos de desarrollo.

Una década en donde los indicadores de desigualdad, ambiente, seguridad, educación, salud, transporte, deporte, turismo y cultura no han hecho sino estancarse o descender constantemente, aunque hoy en día el presupuesto anual del Estado ronda los 24 mil millones.

Como si fuera poco, lo más difícil de recuperar y que nos tomará más tiempo, es la dignidad y principios de muchos compatriotas, sobre todo jóvenes quienes han visto cómo se pisoteaban nuestras instituciones y nuestra democracia, con indolencia y alevosía. Años en donde el insulto, la demagogia y la confrontación han sido pan de todos los días. Esa degradación social nos tomará décadas en recomponerla.

No podemos permitir de ninguna manera el continuismo de este desastroso y escandaloso matrimonio entre los partidos Cambio Democrático y el panameñismo que nos han desgobernado por toda una década. Ya suficiente daño le han causado a nuestro país, sobre todo a los que menos tienen y a la golpeada clase media. Ambas propuestas son dos caras de la misma moneda, ambas propuestas nos llevan al abismo de más de lo mismo, y cuidado que incluso peor.

Estamos ante la oportunidad de mirar al futuro con esperanza y empezar a corregir tantos entuertos. El PRD y su candidato Nito Cortizo han venido trabajando con ahínco desde hace varios años para presentar ante la faz del país las mejores propuestas, consultando con la ciudadanía y recibiendo sus aportes para que volvamos a sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

Además, con la incorporación de un joven profesional como Gaby Carrizo, que representa el relevo, como el compañero de fórmula en la Vicepresidencia, se abre un futuro de oportunidades para las nuevas generaciones que están listas para aportar su talento en la construcción de una nueva forma de hacer política y de impulsar el desarrollo nacional.

El PRD no solo está listo y organizado para ganar las elecciones de mayo de este año; está preparado para dar punto final a esta década perdida, y gobernar junto al pueblo panameño a partir del 1 de julio, por senderos de progreso y justicia social, dando un nuevo impulso para eliminar la sexta frontera del subdesarrollo. Tenemos todo para juntos hacerlo realidad.

LA ESTRELLA DE PANAMÁ