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Unas 25 millones de personas en todo el mundo podrían perder sus empleos a causa del coronavirus si los Gobierno no actúan rápidamente para proteger a los trabajadores, según ha afirmado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

«Sin embargo, si vemos una respuesta política coordinada a nivel internacional, como ocurrió durante la crisis financiera de 2008, el impacto en el desempleo global será significativamente menor», según un análisis publicado por la organización.

La OIT ha instado a los Gobiernos a tomar medidas de manera urgente, a gran escala y coordinadas para proteger los puestos de trabajo de los ciudadanos, impulsar la economía y apoyar el empleo y los ingresos. Estas medidas deberían incluir una extensión de la protección social, el apoyo a un mantenimiento del empleo mediante trabajos a media jornada o la implantación de bajas remuneradas, así como una rebaja fiscal que afecte también a las pymes.

Tras analizar diferentes escenarios sobre cómo la pandemia puede afectar al crecimiento económico global, la OIT estima que los parados podrían alcanzar los 5,3 millones de ciudadanos -en la mejor de las situaciones- o los 24,7 millones -en la peor-. La crisis financiera global de 2008 dejó 22 millones de desempleados.

«Esto ya no es solo una crisis sanitaria mundial, es también una gran crisis económica y laboral que tendrá un impacto muy fuerte en las personas», ha subrayado el director general de la organización, Guy Ryder.

«En 2008, el mundo actuó  de forma unida para hacer frente a las consecuencias del colapso financero y se logró evitar el peor escenario. Necesitamos ese tipo de liderazgo y solucionar ahora los problemas», ha añadido.

El País