Grupos feministas y LGTBI acusan al Congreso paraguayo de agresión ideológica
NoticiasAsociaciones feministas y de activistas LGTBI (Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales) acusan al Congreso paraguayo de «agresión ideológica», después de que este jueves aprobara por amplia mayoría una declaración por la que se proclama «pro vida» y «pro familia».
El activista pro derechos LGTBI y representante de la asociación Somosgay, Simón Cazal, comentó a Efe que la declaración aprobada por la Cámara Baja paraguaya supone un «retroceso de la institucionalidad democrática» y demuestra una «falta de criterio racional» y un «análisis simplista de la Constitución».
«Es una agresión ideológica que no tiene fundamentos jurídicos», aseveró, en respuesta al argumento esgrimido por los diputados aprobaron dicha declaración por 53 votos a favor y sólo dos en contra y otras dos abstenciones.
La promotora de la iniciativa y diputada del gobernante Partido Colorado, Del Pilar Medina, explicó que se trata de una «declaración reiterativa» de lo que expresa la Constitución, que establece que la familia está «formada por hombre y mujer» y que el Estado debe proteger la vida «desde la concepción».
Medina afirmó que el objetivo es dar un mensaje de «tranquilidad» a la ciudadanía paraguaya, que «es mayoritariamente conservadora», de que el país respetará el matrimonio tradicional y la prohibición del aborto, «en vista de que en países vecinos hubo pulseadas a favor» del aborto y «la ideología de género».
Para ella, ese concepto implica «corrientes que pretenden instalar la visión de las personas que mantienen relaciones con su mismo sexo».
La diputada defendió que «nadie va a prohibir» las relaciones entre personas del mismo sexo, «pero no estamos de acuerdo en una ley que les permita por ejemplo adoptar» y añadió que, «lo que hicimos fue defender nuestras creencias».
Cazal enmarca la declaración de la Cámara de Diputados en una «estrategia más amplia y agresiva de cooptación» al Estado por parte de «movimientos religiosos» que hacen avanzar al país a una «lógica más autoritaria» y es un «síntoma regional de que las posturas anti derechos están ganando espacio».
Según el activista, esa estrategia está fomentada por «el aparato mediático» y tiene su reflejo en las numerosas declaraciones producidas en los últimos meses de ciudades paraguayas que aprobaron declaraciones similares, así como en las «denuncias judiciales» hacia personas y asociaciones LGTBI, que buscan «limitar su expresión».
En la misma línea se pronunció la asociación feminista y pro derechos de las lesbianas Aireana, que consideró que los parlamentarios se declararon «en contra de la igualdad, la Constitución y los Derechos Humanos» y significa que «el Estado tiene una religión y no soporta la pluralidad».
En un comunicado argumentaron que «grupos de poder», que calificaron como «anti derechos», formados por «fundamentalistas católicos y evangélicos» que preconizan «ideas fascistas que buscan la exclusión de muchas personas tapándose con el asunto de la familia», han «plagado» de esas ideas al «poder político».
Arguyeron además que los que se autodenominan «pro vida», están «en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su vida y su cuerpo» y que bajo el término «pro familia», «se esconde una virulenta lucha contra los derechos de las personas LGTBI, porque «su sueño» es que «siga habiendo discriminación y violencia» porque, continúa, «en su mundo no cabemos».
El escrito concluye asegurando que «al closet no volvemos nunca más».
Desde Somosgay critican que «la falta de protección legal ante la discriminación y la violencia genera un estado de temor constante que inmoviliza a la población LGTBI»
Ello, unido a la inexistencia de «paradigmas incluyentes» y «expresiones homoafectivas en la cultura paraguaya», producen un «estigma social negativo» hacia dichos colectivos, que «somete a las personas LGTBI a situaciones de abandono y vulnerabilidad».
Alejandro R. Otero
EFE