Represión en la calle y tensión en el recinto en la primera jornada de debate de la “ley ómnibus”
ArgentinaNo se llegaron a cumplir 12 horas de debate, cuando el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, pidió un cuarto intermedio en la sesión especial del proyecto de ley Ómnibus, de jibarización del Estado y desregulación de la economía. La jornada se reanudará a las 12, con las votaciones pendientes del expediente en general y particular y 115 pedidos de uso de la palabra.
La primera jornada de la maratónica votación mostró al oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) celebrando haber sorteado las presuntas zancadillas del peronismo, pero sin haber cerrado todavía los acuerdo con los denominados dialoguistas. Unión por la Patria buscó hacer fuerza en el recinto. En las afueras, se vivieron situaciones de tensión que tuvieron como saldo, una agresión a un diputado del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT)
Negociaciones
Luego de que se hicieran a un lado una serie de puntos pactados, entre los que se incluyó el capitulo fiscal de la ómnibus, se dio inicio al tratamiento del proyecto de ley. El jefe de la bancada de Unión por la Patria, Germán Martínez, pidió la vuelta a comisiones del expediente, cosa que fue rechazada. En paralelo, se llevaban a cabo las negociaciones entre LLA y los bloques. Los puntos en disputa eran las privatizaciones, la coparticipación del Impuesto País. Hasta el cierre de la jornada, no habían avances en estas charlas.
«No se negocia nada», comentó tras la sesión una voz de LLA, en sintonía con lo que el presidente Javier Milei decía semanas atras y que tuvo que archivar para que el expediente llegue al recinto. Desde el PRO adelantaban que no tenían objeciones en particular al proyecto.
Los que estaban en puja eran, principalmente, la Unión Cívica Radical (UCR) y una fracción de Hacemos Coalición Federal. La discusión era sobre cuántas empresas iban a estar sometidas a privatización. El oficialismo pedía 41 y el radicalismo pedía que se revisara ley por ley (o empresa por empresa). En su dictamen de minoría, la Coalición Cívica proponía 18. Esta iniciativa es vista como potencial prenda de consenso.
Desde las fuerzas con lazos con los gobernadores se insistió en la coparticipación de parte del Impuesto País. En el retiro de artículos se quitó uno que hablaba de la vigencia del tributo. También daba lugar a potenciales litigios con exportadores. «No está prorrogado, pero está vigente», explicó una de las voces del Ejecutivo que visitó el Congreso.
Los «boinas blancas» también tuvieron disidencias en cuanto a las facultades delegadas, ya que el diputado nacional Facundo Manes se diferenció de sus compañeros de banca y votó en contra. Según trascendió, está en duda la votación a favor del bloque Innovación Federal a las emergencias y privatizaciones. Por el lado del bloque Por Santa Cruz, no garantizaban el acompañamiento en general al expediente.
Sin embargo, se llegaron a algunos acuerdos. Se redujeron de siete a cinco las declaraciones de emergencias, retirando la fiscal; se retiró el articulo que hacía alusión a la defensa propia y se avanzó en el apartado de biocombustibles.
Tensión
La tensión estuvo dada adentro y afuera del recinto. Menem tuvo que pedir que se retire un hombre que insultó a la diputada nacional del FIT Myriam Bregman. Luego, el titular de la Cámara tuvo que interceder para expulsar del edificio al fundador de Revolución Federal Leonardo Sosa.
Las versiones sobre quién invitó al líder del grupo de odio que impulso de forma material el intento de magnicidio a la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no fueron claras. Sosa dijo que fue invitado por «diputados de LLA». Desde la presidencia de la Cámara negaron que haya estado en la nómina de invitados del oficialismo.
En las afueras del recinto, en horas de la tarde manifestantes de izquierda bajaron de la plaza y ocuparon algunos carriles de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia. La Policía de la Ciudad y la Gendarmería realizaron un operativo de seguridad, en el que lanzaron gas pimienta a los manifestantes. En ese contexto, el diputado del FIT Alejandro Vilca fue gaseado por las fuerzas de seguridad. Tras el cuarto intermedio, un grupo de personas se hizo presente en la explanada del Congreso para expresar su rechazo con un nuevo cacerolazo para el gobierno de Milei.
¿Que pasará?
Mientras dejaba el recinto, un diputado del PRO veía como un hecho favorable el cuarto intermedio, ya que permitía a sus pares estar más frescos. También dio por hecho la aprobación del expediente, ya que consideraba que la votación promovida por el peronismo para el envío de la ómnibus a la comisión fue la muestra de que LLA y aliados podían vencer a la mayoría de Unión por la Patria.
Horas antes ya se comentaba en los pasillos que ese es el modelo de cómo puede ser el resultado definitivo de la ómnibus en general: el resultado había dicho que el peronismo, más el FIT y el bloque Por Santa Cruz juntaron 103 votos, contra 149 del oficialismo y aliados.
Un funcionario del oficialismo veía como positivo haber logrado llevar adelante la sesión. «Tenía temor que ensuciaran más la cancha», expresó. Otra voz de LLA afirmó que el peronismo hizo todo para retrasar lo más posible la votación.
Desde el peronismo miraban con descreimiento al oficialismo y su negociación con los aliados. «Hay cosas que creen que tienen cerradas, pero no las tienen. Nosotros tenemos el número ¿y ellos?», se preguntaron. También reconocieron que insistieron a los sectores más progresistas de los aliados para, aunque sea, voltear las emergencias más accesorias.
Otra voz sugirió que entre los jefes de bloque Miguel Ángel Pichetto (Hacemos) y Cristian Ritondo (PRO) «se lo están comiendo a Menem». Esta fuente conjeturó que eventualmente el partido amarillos y los motosierristas conformarán un bloque de más de cien manos.
La misma voz del oficialismo que aseguró que ellos no negocian, minimizó la chance de tener más tiempo para negociar. Tampoco le dio mucha importancia a la posibilidad de que se caiga la sesión mañana.
Las quejas con el oficialismo también llegaban desde los que buscaban acordar con los representantes del presidente de la motosierra, que siguió la votación desde Olivos. «Estamos haciendo la política que ellos no hacen», protestaron. Previo al cuarto intermedio, esta voz había señalado por hoy no se podía avanzar en las negociaciones, salvo que el Gobierno hubiese dicho «lo contrario». «Hoy estamos cansados y fue tranquilo. Mañana será más fuerte y el viernes será una guerra», vaticinó.
El Destape