Chavismo disidente sobre contacto EEUU-Maduro: Es parte de la «derechización» del gobierno
NoticiasPara el chavismo disidente, representado en la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), el contacto directo entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Joe Biden forma parte de la «pérdida de identidad» de una gestión que se dijo de izquierda y su giro hacia una política económica de derecha, con lo que aleja de los postulados de Hugo Chávez.
Para exfuncionarios del gobierno de Chávez y exaliados del chavismo como Rodrigo Cabezas, Maduro no se reúne con EEUU porque le importe buscar recursos para dar respuesta a las necesidades de la gente, sino para que le quiten las sanciones internacionales a sus funcionarios y a Pdvsa y así continuar financiando su permanencia en el poder.
«Desde hace tiempo Maduro y el Psuv perdieron la razón de ser que los acompañó durante años y se convirtió en el presidente de una minoría, tal como le sucedió a Acción Democrática en su momento. Esto llevó a que la izquierda venezolana planteara políticas distintas al gobierno de Maduro, que por un lado habla de bloqueo y por el otro permite el abastecimiento de bodegones en beneficio de los nuevos ricos», señala el secretario general de Patria Para Todos (PPT), Rafael Uzcátegui.
«Pavor a la izquierda»
En declaraciones a Efecto Cocuyo, el antiguo miembro del Gran Polo Patriótico sostiene que lejos de perjudicarlo, las sanciones internacionales a la larga oxigenaron a Miraflores y ahora Maduro se propone sacar provecho de la necesidad de petróleo de Estados Unidos debido al conflicto de Rusia y Ucrania, para intentar que se las eliminen.
Cuestionó que las medidas restrictivas solo hayan servido «para perjudicar» a los ciudadanos de a pie porque las políticas de Maduro para evadirlas se dirigieron a proteger a los que más tienen.
De acuerdo con el excandidato a la Alcaldía de Caracas, al sentarse Maduro con EEUU, deja al descubierto quién traicionó el legado de Chávez y quién es la «falsa izquierda». Por la críticas del chavismo disidente venezolano y de gobiernos de la región como el del presidente electo de Chile, Gabriel Boric, Maduro ha aludido en varias oportunidades a una «izquierda cobarde» y «falsa».
«El Gobierno le tiene más pavor a la izquierda que a la derecha guaidosista a la que tampoco le ha ido tan mal porque maneja dinero y por eso le interesa mantener su estatus», asegura.
Desde el Partido Comunista de Venezuela (PCV) también se han denunciado «desviaciones» del modelo político para favorecer a una nueva «burguesía revolucionaria» y pactos con la oposición de espaldas a los interés del pueblo, especialmente de la clase trabajadora. No se muestran sorprendidos porque Maduro haya decidido «negociar» con EEUU.
«Hemos denunciado desde 2011 una serie de desviaciones dentro del gobierno y el Estado venezolano hacia una derechización de la política ¿Por qué a algunos les sorprende ver a Maduro con funcionarios de Estados Unidos, negociando cómo regalarle nuestro petróleo?», se expresó desde la célula comunitaria del PCV en la parroquia San Juan de Caracas.
«La lógica del capital»
Uzcátegui apunta que también rechazan la movida de EEUU para desplazar a Rusia e imponer la hegemonía perdida en Europa con el gobierno de Donald Trump. Asegura que Biden trata de «arrodillar económicamente» al gobierno de Vladimir Putin, por lo que asegura, si a alguien interesaba y beneficia la guerra en Ucrania es a la administración estadounidense.
«EEUU necesita petróleo por la crisis de desabastecimiento que generará no comprar a Rusia y Venezuela cobra importancia porque tiene reservas, la industria petrolera está destruida pero con inversiones se puede recuperar. EEUU viene por el petróleo porque es más barato y más cercano y Maduro responde de acuerdo a la lógica del capital y de los nuevos ricos que ya se codean con los viejos», agrega.
Reconocimiento «de facto»
De acuerdo con el politólogo Nicmer Evans, también disidente del chavismo, al entablar contacto directo con Maduro, EEUU «reconoce de facto» a su gobierno para negociar. El interés de la administración Biden, señala, es llevar crudo venezolano a Citgo para la producción de gasolina ante lo que será la falta de crudo ruso.
«Se empastela por una razón geopolítica y geoestratégica la posibilidad de la lucha por la democracia en Venezuela porque más pueden los intereses económicos entre los países que cualquier otro tipo de compromiso ético y político», aseveró el politólogo durante su programa en línea Prohibido Olvidar.
Además de un eventual relajamiento de sanciones que EEUU no ha confirmado, Evans estima que el diálogo con la Casa Blanca le podría servir además a Maduro para «ganar puntos» y presentarse como candidato a la reelección en 2024.
Empujar negociaciones
Más allá del interés «particular» de Maduro al buscar un contacto directo con EEUU por el tema de las sanciones, Cabezas también señala la importancia de que haya accedido a retomar la mesa de México, suspendida desde octubre de 2021, tras la extradición del empresario colombiano Alex Saab de Cabo Verde a EEUU.
«Todo esfuerzo diplomático que conduzca a restablecer el diálogo político en Venezuela, entre la autocracia gobernante y la plataforma democrática, debe ser bienvenido. La crisis humanitaria que es hambre, miseria y desnutrición de millones y, la total falta de credibilidad en instituciones del Estado secuestradas por Miraflores, CNE, TSJ, entre otras, hace urgente una solución dialogada, negociada y acordada», dijo a Efecto Cocuyo.
Cabezas alerta que el reinicio del diálogo en México debe estar acompañado de garantes internacionales que presionen y vigilen los acuerdos, para evitar que al igual que intentos anteriores, Maduro manipule las conversaciones a su favor y la sociedad venezolana sienta confianza.
«Según las agencias internacionales, Maduro solicitó reiteradamente el acercamiento a la administración norteamericana usando el bufete lobista Dentons. En todo caso, lo que importa es abonar en el restablecimiento de la democracia y la superación de la crisis social de Venezuela», agregó el economista, exministro de Finanzas durante la gestión de Chávez.
EFECTO COCUYO